El
Mundial de Zúrich 2024 está dando muchas alegrías al ciclismo español. Sin embargo, después de la histórica medalla de plata de Paula Ostiz en la prueba en ruta júnior femenina (primera mujer de la historia de España en lograr un podio en esta carrera),
Héctor Álvarez se ha quedado sin medalla a menos de 2 kilómetros para meta cuando parecía que iba a hacerse con un puesto en el podio.
La victoria ha sido para el italiano
Lorenzo Finn, que con un ataque a 21 kilómetros de meta se marchó en solitario hacia la medalla de oro. El británico
Sebastian Grindley se ha quedado con la plata. El bronce se lo ha llevado el neerlandés Senna Remijn después de un esprint entre los 3 corredores que cazaron a Álvarez en el final de la carrera. Aún así, hay que aplaudir el esfuerzo heroico del español, que ha entrado finalmente 6º.
Una lucha por las medallas con intensa lluvia
En unas condiciones meteorológicas bastante desagradables, se produjeron varias caídas en los primeros compases de la carrera. El equipo danés empezó a marcar un ritmo tan feroz que la única dirección en la que iban los corredores era hacia atrás, abandonando un pelotón cada vez más reducido.
A medida que la carrera se acercaba a su ecuador, un selecto grupo de menos de 15 corredores era todo lo que quedaba al frente de la acción. El defensor del título y líder de Dinamarca, Albert Philipsen, no estaba contento con la situación y continuó intentando atacar y alargar la carrera a falta de unos 65 km.
El italiano Lorenzo Finn intentó un ataque en solitario, pero en los últimos 30 km se le unieron Philipsen, Héctor Álvarez y Sebastian Grindley. Sin embargo, 7 km después, a 23 de meta, Albert Philipsen se fue al suelo, y Grindley sufría por seguir el ritmo.
Esto dejó la situación con el
súper talento español y el corredor italiano como únicos líderes en la cabeza de carrera, con 1 minuto y 35 segundos sobre el grupo perseguidor. A 21 km de meta, Finn lanzó un nuevo ataque con el que le metió rápidamente 10 segundos a Álvarez para buscar marcharse en solitario hacia el oro.
A 20 kilómetros de meta, la diferencia entre Lorenzo Finn y Héctor Álvarez había crecido hasta los 35 segundos, pero el español seguía metido de lleno en la lucha por las medallas. A poco más de 15 km, Sebastian Grindley se unía al español, con ambos ciclistas a 1 minuto y 3 segundos del italiano, que iba volando hacia la victoria.
A 14,5 km de meta, Héctor Álvarez no podía mantener el ritmo de Grindley, que se marchaba en busca de la plata. Al español le separaban poco menos de 15.000 metros para sumar al menos la medalla de bronce, con el neerlandés Senna Remijn acechándole a menos de 20 segundos.
Al final, Lorenzo Finn se hacía con el oro sin problemas y tras una auténtica exhibición, proclamándose campeón del mundo júnior con 17 años. Sebastian Grindley entraba en segunda posición en meta para hacerse con la plata, y Héctor Álvarez perdía el bronce después de ser cazado por el grupo perseguidor a menos de 2 kilómetros para meta, con precisamente el neerlandés Remijn quedándose con la 3ª posición.