Filippo Ganna se hizo con un hueco en la escena profesional tras demostrar un dominio aplastante en las contrarrelojes de 2020. Sin embargo, desde entonces ha perdido su ventaja dominante. El italiano busca estabilizarse en su carrera y centrarse en nuevos objetivos, ya no puede depender de las contrarrelojes para arrebatar muchas victorias. La
París-Roubaix es su principal objetivo para los próximos meses.
"Para ser sincero, he salido mucho mejor de lo que pensaba. Creo que todo el mundo quiere al Filippo de 2020, pero es difícil", cuenta en una entrevista a Cyclingnews. "Cada año intentas mejorar tu condición y a ti mismo, pero no es fácil. Quiero intentarlo porque el Giro, para mí, es la carrera más importante de la historia."
Después de unirse a INEOS en 2019, Ganna se convirtió en el mejor contrarrelojista del mundo llevándose dos títulos mundiales, seis etapas en el Giro de Italia y muchos más en el espacio entre 2020 y 2021. Esto le puso a un nivel inalcanzable para cualquier otro especialista, pero en 2022 ha visto cómo su dominio se desvanecía significativamente. Mientras se asienta en un nuevo papel en el pelotón, mira también a las clásicas de primavera como terreno para triunfar -París-Roubaix es el objetivo final-.
"Aprendí que hay que ahorrar energía antes del Arenberg e intentar llegar lo más fresco posible, y es importante comer y beber mucho antes del Arenberg porque, después, es izquierda y derecha, izquierda y derecha", prosigue. "Pero el año pasado, mi problema fue que me pasé una semana en cama después de Tirreno, y entonces me perseguía la forma. Hay que llegar al 100% a la carrera porque, en la París-Roubaix, el 50% de los corredores están ahí para trabajar para el líder, y el otro 50% son líderes."
Ganna ha corrido Roubaix en tres ocasiones, terminando 35º el año pasado siendo un gran objetivo de primavera. Sin embargo, INEOS se llevó la victoria con Dylan van Baarle. La suerte juega un papel importante en los adoquines del norte de Francia, pero cuanto más corre Ganna en la región, más entiende cómo correr de manera eficiente, y cómo puede transformarse de aspirante a ganador.
"Si comparas la Hora, por ejemplo, te mantienes en ese rango durante sesenta minutos. En Roubaix, en cambio, puedes recuperar un poco en el pelotón, pero luego, en los adoquines, pedaleas a fondo durante cinco minutos", explica. "Son esfuerzos muy arriba y abajo, y eso es diferente a mis características. Pero ya veremos".
Su esfuerzo es comparable al de Tony Martin en el pasado, que ha intentado trasladar sus habilidades de pura potencia a Roubaix. Será un reto importante para Ganna, pero que le mantendrá motivado para aprender y evolucionar.
"Sí, es un sueño. Pero no puedes amar Roubaix, porque es así. No, no se puede amar. Pero es una carrera increíble, es la historia del ciclismo", retrata. Después de Roubaix, esta primavera volverá al Giro de Italia, donde tantos éxitos ha cosechado en el pasado.
También cuenta su calendario de aproximación a las clásicas: "Algarve, Tirreno, San Remo... Nada de Flandes para mí porque prefiero quedarme en Italia para entrenar". Ganna correrá la E3 Saxo Bank, la Gent-Wevelgem y la Dwars door Vlaanderen para hacerse una idea de la competición antes de apuntar a la París-Roubaix.