El Campeonato del Mundo fue un gran éxito, y la incorporación de drones con cámara añadió un plus de emoción. Gracias al operador Jan Crommelinck, los espectadores pudieron ver a los ciclistas en acción como nunca antes.
El uso de drones eliminó una zona del circuito que antes no se veía, acercando a los espectadores a los ciclistas más que nunca. Esta nueva perspectiva ofreció una visión única de la feroz competición entre dos rivales de larga duración en su lucha por el prestigioso maillot arco iris.
Jan Crommelinck habló recientemente de su experiencia cubriendo el evento. "Llevo 12 años haciéndolo como mi carrera principal. Para mí, es como montar en bicicleta. Ha sido una gran experiencia", declaró a Sporza.
Ante la intensa emoción, a medida que la carrera se acercaba a su final en la última vuelta, incluso Crommelinck fue incapaz de contener sus emociones: "Mentalmente, volaba junto con los corredores en el recorrido. Especialmente cuando estaba en la estela de Wout y Mathieu. Entonces, sentí la adrenalina y la emoción".
Aunque los drones son habituales en otros deportes por ofrecer una visión completa a los espectadores, su uso en ciclocross fue una novedad. "Ahora nos dan la oportunidad de hacerlo. Pero sólo tenían una norma: mantenerse a una distancia de entre tres y cinco metros de los corredores. Esa era la única norma que tenía que respetar".
Y añadió: "No se puede volar por encima del público. En Hoogerheide, fue posible cerrar una parte de la pista para el público. Así que me fue posible volar sin público junto a la pista".
Grabar la intensa competición entre
Wout van Aert y
Mathieu van der Poel fue una de las tareas más difíciles para Crommelinck. "Fue algo muy importante porque la carrera con Mathieu y Wout fue una batalla muy grande. Así que tuve que estar muy tranquilo para hacerlo, no puedes permitirte un error. Intenté mantener la calma, pero en el último momento, cuando me adentré en el bosque con ellos, fue como si yo también estuviera en la carrera. Tenía que mantener la calma, y había gente gritando muy fuerte. Así que fue difícil mantener la concentración", concluyó Crommelinck.