A sus 36 años, el velocista italiano
Elia Viviani ha dado una muestra clara de vigencia deportiva con su victoria en la etapa 7 de la
Vuelta a Turquía, alcanzando así el triunfo número 90 de su carrera profesional. La victoria, que llega tras un periodo de 18 meses sin subirse a lo más alto del podio, representa no solo un hito personal, sino también una reafirmación de su papel competitivo en el actual ciclismo de élite.
Viviani, que actualmente compite con el
Lotto Dstny, expresó su satisfacción tras imponerse en un final complejo: "Fue un final caótico. El tren de Greipel se cayó en la última curva y un corredor atacó. Decidí seguirlo y salió bien", declaró a
Cycling News tras cruzar la meta.
El camino hacia esta victoria no ha sido sencillo. Tras concluir su contrato con el equipo INEOS Grenadiers, Viviani se encontró sin equipo durante el invierno, situación inusual para un corredor de su experiencia y palmarés. “No fue normal estar sin equipo a mi edad. Siempre dije que quería correr al menos un año más, quizás dos si seguía siendo competitivo. Hoy he demostrado que todavía puedo ganar”, afirmó.
Su inclusión en la Vuelta a Turquía se convirtió en una oportunidad estratégica para recuperar ritmo y confianza. El ciclista destacó su aprecio por la prueba otomana: “Siempre disfruto corriendo aquí. Es una carrera bien organizada, con buenos alojamientos y entornos agradables. Me ayuda a reencontrar sensaciones”.
Más allá de sus aspiraciones personales, Viviani ha asumido un rol de mentor dentro de su equipo. En Lotto, escuadra caracterizada por una plantilla joven, aporta liderazgo y orientación. “Me uní a Lotto porque tienen corredores jóvenes que necesitan referencias. Estoy aquí para competir, pero también para acompañarlos en su desarrollo”, señaló.
Viviani ofreció también una reflexión crítica sobre las dinámicas del ciclismo profesional contemporáneo, marcado por la irrupción temprana de talentos: “Hoy muchos jóvenes saltan directamente al profesionalismo con la expectativa de ganar de inmediato. Algunos lo consiguen, como los grandes nombres que todos conocemos. Pero la mayoría del pelotón necesita crecer paso a paso”.
Desde su perspectiva, los procesos formativos tradicionales siguen siendo válidos y necesarios: “Mi mensaje para los jóvenes es claro: no os saltéis etapas. Las carreras pequeñas también son parte fundamental del camino”.
A pesar de las especulaciones sobre su futuro fuera de la competición, Viviani ha sido categórico al respecto: “No tengo nada decidido como entrenador, de lo contrario no estaría aquí. Sigo disfrutando del sacrificio que implica esta profesión”.