Una de las decisiones más injustas de los últimos años en lo que a invitaciones se refiere tiene que ver lo de la
Vuelta a España con
Kern Pharma. Javier Guillén y su equipo decidieron no aprovechar la tercera invitación que este año otorgaba a la carrera para llevar a la escuadra que quisieran y decidieron optar por llamar al Q36.5, que hasta hace nada era un equipo medio alto de segunda tipo Caja Rural, pero que con la llegada de
Tom Pidcock parecía convertido, permitanme el símil futbolístico, en el Brasil del 70.
Las invitaciones no deberían ser regaladas. No digo que un equipo merezca ir a una gran vuelta simplemente por ser del país. Hubiera entendido perfectamente que se quedasen fuera por el (también injusto) sistema rotatorio que este año llevaba a la carrera a Caja Rural y Burgos. Como digo, no deberían ser regaladas. Pero es que en este caso se cumplen todos los requisitos:
No quedas mal con lo de las rotaciones porque tienes una wildcard más y llevas a un equipo que consiguió 3 victorias de etapa y que le dio un brillo increíble a la prueba el año pasado. De risa si comparamos el rendimiento de Bardiani o Polti en el presente Giro. Y más de risa si comparamos el del Q36.5 de un Tom Pidcock que no ha hecho absolutamente nada en la carrera italiana.
Urko Berrade no correrá la Vuelta a España 2025.
Un ciclista de enorme talento que quiere abarcar demasiado y que al final muchas veces no abarca nada (su rendimiento en los 2 últimos Tour de Francia con INEOS así lo atestigua). No lo hemos visto luchar por etapas y no lo hemos visto en la general pese a que el nivel no era extraordinario.
Rascó un quinto puesto en Tirana (etapa 1), un tercero en Matera (5) y un cuarto en Castelnovo ne'Monti (11). Finalizó 16º en la general a 44 minutos de Simon Yates. No digo que en la Vuelta (si la corre) no pueda salirse, pero jugársela por esto a dejar fuera a Kern Pharma es muy injusto.