Que el
Tour de Guangxi sea una carrera WorldTour es uno de esos fenómenos que serían inexplicables si no fuera por lo evidente: que lo es por la pasta que pagan a una UCI que se mueve por lo que se mueve.
Así, ni el lugar ni sobre todo la fecha tienen sentido en un calendario que, seamos honestos, para el WorldTour se cierra últimamente siempre con Il Lombardia. Así, los equipos de primera división tienen la obligación de correr esta carrera asiática cuando ya los aficionados más radicales están pensando en el ciclocross y los menos se están tomando un respiro hasta las clásicas españolas de febrero.
¿Y qué hacen los equipos? Pues excepto los que quieran apurar puntos UCI, mandar a los que menos hayan corrido o a los que no te importe fastidiar porque vayan a tener algo menos de vacaciones (casos de
Movistar Team con
Rémi Cavagna o
Iván Sosa o de INEOS con Jhonatan Narváez, por ejemplo.. hubiera sido sensacional que hubieran mandado a Tom Pidcock).
Esta idea se fundamenta en dados aportados por Javier Ramírez, el director del podcast
El Contraanálisis, que explicaba en su cuenta de 'X' lo antes referido con datos más que contundentes:
20 ciclistas correrán en equipos diferentes en 2025
Bouwman, Staune-Mittet, Vader, v. Dijke, Louvel, Lutsenko, Champion, Bissegger, Rutsch, Narváez, Herregodts, Taaramäe, Tesfatsion, Cavagna, Samitier, Sosa, Buchmann, Schachmann, Hirt, Scotson y Moniquet.
19 ciclistas o se retiran o aún no tienen contrato para 2025
Barré, Dekker, Grondin, Selig, Rajović, Wiśniowski, G. Izagirre, R. Fernández, Robeet, Baudin, Chaves, Van der Hoorn, Calmejane, Cimolai, Lührs, Vink, Sagiv, Livyns y Paasschens.
Lod datos no engañan y Ramírez lo deja claro: "Una cifra superior al 21% de los participantes en la ronda china cambiará de aires, no ha firmado una renovación o colgará la bici".