La seguridad en el ciclismo ha vuelto a ser uno de los principales temas de debate en 2025, especialmente tras varios incidentes trágicos ocurridos en los últimos meses. El joven ciclista británico Aiden Worden, de 18 años, perdió la vida en un accidente durante un entrenamiento a principios de mes. Asimismo, la ciclista italiana Sara Piffer, de 19 años, falleció en enero tras otro accidente de entrenamiento.
Ha habido polémicas en la Challenge Mallorca y las hay ahora en la Etoile de Besseges. Son cosas completamente diferentes: por un lado lo que ocurre con tráfico en entrenamientos y por otro lo que sucede con pruebas. Por un lado lo que sucede debido al tiempo y por otro que se te cuelen camiones. En fin, todo un lío.
Richard Plugge, director general del Visma - Lease a Bike, ha expresado su opinión al respecto. Su equipo sufrió numerosas caídas a lo largo de 2024, afectando a corredores clave como Jonas Vingegaard y Wout van Aert. Afortunadamente, ambos se recuperaron por completo, pero la preocupación por la seguridad en el ciclismo sigue siendo generalizada.
En declaraciones a IDLProCycling.com, Plugge comentó sobre el trabajo de SafeR, la organización de seguridad establecida en Bilbao en 2023, que recientemente celebró una rueda de prensa en línea. Sin embargo, dejó clara su insatisfacción con los avances logrados hasta el momento.
"Había un gran plan. Se presentó en Bilbao como un organismo independiente, pero al final se ha convertido en una construcción política en la que todos se señalan con el dedo. La seguridad no debería estar sujeta a concesiones. Ahora la atención se centra en la velocidad de los corredores, pero ¡vamos! Basta con eliminar del Tour la acera donde se estrellaron Primoz Roglic y Alexey Lutsenko. Eso le costó a Red Bull un puesto en la cima del Tour y millones en daños", criticó Plugge.
El dirigente subrayó que garantizar la seguridad implica tanto el comportamiento de los ciclistas como el diseño del recorrido. "Con todos los expertos que participaron en la creación de SafeR, llegamos a la conclusión de que la seguridad depende tanto de la conducta de los ciclistas como del diseño del circuito. Sin embargo, esta idea fundamental se ignora con demasiada frecuencia. Fíjate en MotoGP: esas motos van cinco veces más rápido que nosotros, y aun así terminamos una carrera frente a un ayuntamiento donde ni siquiera se permiten coches porque se considera demasiado peligroso. Allí el límite de velocidad es de 20 km/h, pero nosotros llegamos a 70", comparó.
Plugge aseguró que los equipos están dispuestos a invertir en seguridad. "Los equipos están listos para aportar dinero. Aunque solo se salve la vida de un ciclista al año, ya habrá valido la pena", afirmó.
Sin embargo, denunció que el debate sobre la seguridad a menudo se desvía hacia otros temas, lo que impide avances concretos. "Es frustrante que la gente siempre desvíe la atención hacia otros factores en lugar de centrarse en este problema. Pero eso no está en nuestras manos. Lo que sí podemos controlar es lo que hacemos nosotros mismos. Ha habido ocasiones en las que nuestros propios ciclistas han admitido que podrían haber sido más precavidos, así que lo hemos analizado a fondo", explicó.
Para reducir los riesgos, su equipo ha implementado medidas internas, incluyendo revisiones sobre caídas y enfermedades. "Primero nos enfocamos en lo que podemos hacer dentro del equipo para evitar accidentes. Hemos analizado tanto los percances como las enfermedades que han afectado a nuestros corredores. Trabajamos activamente en ello con pruebas cognitivas, entrenamientos, entre otras iniciativas. Desafortunadamente, no es solo un problema nuestro, sino de todo el pelotón. Ahora lo vemos con Remco Evenepoel, que estará fuera de competición por un tiempo".
De cara al futuro, Plugge prevé que el ciclismo experimentará cambios significativos debido a la evolución de su entorno. "Creo que dentro de diez años el ciclismo será muy diferente, simplemente porque el mundo está cambiando. En muchos lugares, competir como lo hacemos ahora será prácticamente imposible debido al tráfico, los permisos y otros factores. Hace diez años, la Vuelta a Flandes fue muy criticada por introducir las carreras en circuito, pero si intentaran revertir esa decisión hoy, habría una revolución en Bélgica. El ciclismo tendrá que adaptarse en esa dirección para seguir siendo viable", concluyó.