El organizador de la Etoile de Bessèges ataca a los ciclistas: "Si no dejan pasar a la policía, no pueden asegurar la carrera"

Organizar y gestionar una carrera ciclista es una tarea titánica, y cuando se trata de eventos de menor categoría, con presupuestos ajustados y personal voluntario, puede convertirse en un auténtico desafío. Eso parece haber ocurrido en la Étoile de Bessèges, donde la propietaria de la carrera ha salido en defensa de su equipo en medio de una fuerte polémica.

Tanto en la segunda como en la tercera etapa, había vehículos en movimiento en la carretera. En el segundo caso, la carrera fue neutralizada, lo que llevó a varios equipos a abandonarla de inmediato. "Si el año que viene no estamos aquí, así son las cosas. Los ciclistas deben entender que no es fácil para nosotros, los organizadores. Excepto ASO, es muy difícil privatizar las carreteras", declaró Claudine Fangille, propietaria de la carrera, a Midi Libre.

La seguridad del evento depende en gran medida de la labor de la policía, que pasa el día adelantando al pelotón, cerrando carreteras por delante y repitiendo ese ciclo constantemente. Fangille sostiene que los agentes tuvieron dificultades para atravesar el pelotón, lo que impidió cerrar todas las carreteras a tiempo. "No podemos hacer más. Esta mañana, en la reunión de directores deportivos, nos dijeron que los ciclistas no escuchaban. Y si los corredores no permiten el paso de las motos de los gendarmes durante la carrera, estos no pueden garantizar la seguridad del evento. Si no, terminamos con lo que ha pasado".

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La situación es caótica y ha supuesto pérdidas para ambas partes, pero parece haber consenso en que la reputación de la carrera ha sufrido un duro golpe. Además, el evento tampoco es rentable, y las palabras de Fangille no garantizan su continuidad:

"Les he dicho esta mañana que deben asumir su responsabilidad. Esta es la 55.ª edición, y no podemos seguir cargando con todo. Nosotros, con la Étoile, no obtenemos ningún beneficio. Estamos aquí para que los ciclistas puedan competir. Si no estamos el año que viene, personalmente, no me importa; tendré una preocupación menos".

"En algún momento, tenemos que aceptar que hacemos todo lo posible en materia de seguridad", afirma. "Contamos con el mismo equipo policial que el año pasado, no son inexpertos. Ayer, la policía detuvo dos veces el coche implicado, pero volvió a arrancar. ¿Qué más podemos hacer? ¿Poner a alguien en cada carretera?".

Aún con la carrera en marcha, aunque privada de muchas de sus estrellas, la etapa reina podría verse recortada debido al riesgo de fuertes nevadas en la región.

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