Por tercer año consecutivo, la etapa final del
Giro de Italia se disputará en la ciudad de Roma, consolidando así la capital italiana como escenario del cierre de la Corsa Rosa. No obstante, la edición de 2025 estará marcada por un gesto sin precedentes: una salida simbólica desde la Ciudad del Vaticano como homenaje póstumo al Papa Francisco, fallecido a comienzos de año.
Según informa la
BBC, la jornada del 1 de junio comenzará con una salida neutralizada dentro de los límites del Vaticano. Este segmento, no competitivo, permitirá que los ciclistas recorran en pelotón las inmediaciones de la Santa Sede antes de abandonar el enclave por la Porta del Perugino, en una muestra de respeto y recogimiento. Será apenas la tercera vez en la historia del Giro que se atraviese este territorio.
El recorrido oficial de la 21ª etapa, que dará fin a una edición que comienza el 9 de mayo en Albania, consistirá en ocho vueltas a un circuito urbano de 9,5 kilómetros trazado por las calles de Roma. Un cierre técnico, previsible para sprinters, pero no exento de simbolismo.
"Esta presencia se renueva este año con una emocionante salida simbólica desde la Ciudad del Vaticano, un homenaje al Papa Francisco, a su persona y a su mensaje de esperanza en el año jubilar", declaró el alcalde de Roma, Roberto Gualtieri.