Helmut Dollinger fue un corredor poco destacable de la segunda mitad de los 90 y principios de los 2000. Ha llamado más la atención por su papel en los organigramas de los equipos. Después de pasar varios años por el BORA - hansgrohe, el año pasado firmó por el Q36.5 Pro Cycling Team. Apenas 12 meses después, el austríaco se ha comprometido con el
Astana Qazaqstan Team, donde seguirá cumpliendo su labor de asesor del director deportivo.
"Estoy encantado de volver al WorldTour. Como entrenador, eres un poco vanidoso y quieres tener a tus corredores delante. Estoy contento de tener la oportunidad con el Astana". El contacto se produjo en última instancia a través de Rüdiger Selig, a quien Dollinger quería originalmente para una salida al sprint más fuerte en la Q36y ya que ambos se conocían de su etapa en el BORA - hansgrohe.
"Nos llevamos bien enseguida. Hablamos de nuestras ideas sobre formación y desarrollo y enseguida coincidimos en muchos puntos. Cuando hablamos con Vasilis (Anastopoulos; ed.) y Maurizio (Mazzoleni; nota de la redacción), fue como si nos conociéramos desde hace tiempo y nos hubiéramos reencontrado", explica Dollinger a
CyclingMagazine.de la situación cuando le ofrecieron el puesto de entrenador.
"En el equipo se respira optimismo. Puedes sentirlo, incluso si eres nuevo en el equipo. Se ha traído a gente de primera, por ejemplo a Alex [Dowsett], luego tenemos un nutricionista muy bueno y el enfoque general es muy científico. Absolutamente de primera división" es la impresión de Dollinger sobre la brisa fresca que sopla en el equipo, y él mismo es todo fuego y llama.
"A diferencia de otros equipos, no son los entrenadores los que entrenan a las estrellas", explica Dollinger. Vasilis Anastopoulos es una figura fundamental como Jefe de Rendimiento, "pero también consigue que todo el mundo participe. Si aportas algo, por ejemplo experiencia con una nueva prueba de campo, se tiene en cuenta y se elige la mejor opción. Se trata de hacer avanzar al equipo para alcanzar los objetivos. Eso se ve muy claramente. Ya tenemos un plan de carrera fijo y listo hasta el Tour de Francia: se puede trabajar con eso".
También parece haber un plan en marcha para la situación en el WorldTour y el riesgo de perder la licencia, y el objetivo mínimo del 18º puesto en la clasificación de tres años se está fijando específicamente: "Por supuesto que ése es nuestro objetivo. Queremos conseguir tantos puntos como sea posible y aún así lograr el milagro, y para ser honesto, cuando miro a la plantilla, también es posible. El equipo se ha reforzado y siento que aquí puede pasar algo. Afrontan las cosas de frente e intentan hacerlas mejor. En mi caso, por ejemplo, no pasamos mucho tiempo hablando. Un 'Servus' y allá vamos. Inteligente y directo al grano: eso me gusta mucho", dice Dollinger con optimismo.