A medida que avanza la
Vuelta a España 2024, los focos se centran en los australianos, que han arrasado en el mundo del ciclismo. Tras 17 etapas brutales,
Ben O'Connor mantiene el maillot rojo de líder con una ventaja de cinco segundos sobre el esloveno Primoz Roglic. Las escasas diferencias indican que O'Connor se enfrenta a una dura batalla en las etapas restantes, pero su rendimiento hasta ahora ha sido extraordinario.
La Vuelta de este año se está convirtiendo en un gran escaparate del talento australiano, con el liderazgo de O'Connor complementado por el éxito de los australianos también en otras clasificaciones.
Artículo original de Fin Mayor publicado en
Cyclinguptodate.
El tiempo de O'Connor en rojo
El ascenso de Ben O'Connor a lo más alto de la clasificación general es un testimonio de su perseverancia, perspicacia estratégica y fuerza bruta. A pesar de estar constantemente a la sombra de Roglic, tres veces campeón de la Vuelta, O'Connor ha conseguido mantener su ventaja. Su capacidad para limitar el daño de los ataques de uno de los corredores más formidables de este deporte dice mucho de su forma y fortaleza mental.
Para O'Connor, esta carrera es la culminación de años de duro trabajo y mejora constante. Desde que se hizo profesional en 2016, ha mostrado destellos de brillantez, como victorias de etapa en el Tour de Francia y el Giro de Italia. Sin embargo, esta es la primera vez que lidera una Gran Vuelta, y ha aprovechado la oportunidad con ambas manos. La fortaleza mental de O'Connor ha sido cuestionada en grandes vueltas anteriores, pero no puede haber dudas después de la resistencia que ha demostrado en España.
Independientemente del resultado en las etapas finales, O'Connor ha aportado verdadera emoción al ciclismo de carretera australiano, ya que pasará a formar parte del equipo Jayco-AlUla, con sede en Australia, en 2025.
Complicaciones
Mientras O'Connor lucha por la victoria final, Kaden Groves ha dominado la clasificación por puntos, asegurándose el maillot verde con una impresionante ventaja de más de 100 puntos. Salvo incidentes imprevistos, Groves tiene prácticamente asegurado el maillot verde, una recompensa adecuada a su regularidad y velocidad en los sprints.
Groves se ha convertido en uno de los mejores velocistas del ciclismo actual, y su actuación en La Vuelta de este año no hace sino aumentar su creciente reputación. Ha terminado constantemente en las primeras posiciones en las etapas sprint, superando a algunos de los mejores velocistas del mundo. Seguramente intentará seguir los pasos de la leyenda australiana del sprint Robbie McEwen y desafiar a los mejores velocistas del mundo en el Tour de Francia en un futuro próximo.
La trayectoria de Jay Vine en la Vuelta a España es realmente extraordinaria, teniendo en cuenta la situación en la que se encontraba hace menos de medio año. El australiano sufrió una lesión en el cuello en el País Vasco en abril, lo que dejó a muchos profundamente preocupados por la salud de Vine, por no hablar de su participación en las grandes vueltas.Sin embargo, no sólo se ha recuperado a tiempo para competir en La Vuelta, sino que también ha tomado al asalto la clasificación de la montaña. Vine lidera la competición de maillots de lunares con más de 10 puntos de ventaja, siendo su rival más cercano su propio compañero de equipo, Marc Soler.
Las habilidades escaladoras de Vine se han puesto de manifiesto a lo largo de toda la carrera. Siempre ha estado entre los primeros en llegar a la cima de las subidas más duras, demostrando su fuerza y resistencia. Vine ha desempeñado un papel clave a la hora de garantizar que Australia se haga con los tres maillots principales de La Vuelta.
Un momento histórico para el ciclismo australiano
Ver a australianos liderando las clasificaciones general, por puntos y de la montaña en La Vuelta 2024 es un momento raro e histórico. Es un testimonio del talento del ciclismo australiano y de la creciente influencia del país en la escena mundial. Pero, ¿cuándo fue la última vez que los australianos disfrutaron de un éxito tan amplio en una Gran Vuelta?
Antes de la extraordinaria actuación de O'Connor en La Vuelta, Jai Hindley ya se había consolidado como uno de los mejores corredores australianos de Grandes Vueltas. En 2022, Hindley hizo historia al ganar el Giro de Italia, convirtiéndose en el segundo australiano en ganar una Gran Vuelta después de Cadel Evans. La victoria de Hindley en el Giro fue una clase magistral de escalada y táctica, ya que superó a algunos de los mejores corredores del mundo en las últimas etapas.
El éxito de Hindley en el Giro marcó un antes y un después en el ciclismo australiano, señalando la llegada de una nueva generación de talentos capaces de competir al más alto nivel. Su victoria también inspiró a otros ciclistas australianos a creer en su potencial y aspirar a lo más alto en las Grandes Vueltas.
Ningún debate sobre el éxito australiano en las Grandes Vueltas estaría completo sin mencionar a Cadel Evans. Evans es un pionero del ciclismo australiano, y su victoria en el Tour de Francia de 2011 sigue siendo uno de los momentos más emblemáticos de la historia de este deporte. El triunfo de Evans fue la culminación de años de duro trabajo y casi fracasos, incluidos los segundos puestos en el Tour de Francia de 2007 y 2008.
La victoria de Evans fue un momento decisivo no sólo para él, sino para todo el deporte australiano. Era la primera vez que un australiano ganaba el Tour de Francia, e inspiró a una generación de corredores a perseguir sus sueños de Gran Vuelta. Evans era conocido por su versatilidad, ya que era igual de hábil en las contrarrelojes que en las etapas de montaña, lo que le convirtió en un formidable contendiente en las tres Grandes Vueltas.
Robbie McEwen fue el mejor velocista australiano de finales de la década de 1990 y 2000, conocido por su velocidad endiablada y su astucia táctica. McEwen ganó el maillot verde del Tour de Francia en tres ocasiones (2002, 2004 y 2006) y obtuvo numerosas victorias de etapa en las tres Grandes Vueltas. Su habilidad para posicionarse perfectamente en el pelotón y lanzar un sprint devastador en los metros finales le convirtieron en uno de los velocistas más temidos de su época.
El éxito de McEwen en la clasificación por puntos del Tour de Francia allanó el camino a futuros velocistas australianos como Kaden Groves. Sus logros demostraron que los corredores australianos podían destacar no sólo en las clasificaciones generales, sino también en las categorías especializadas de sprint.
El futuro del ciclismo australiano
Mientras asistimos al asalto australiano a La Vuelta 2024, queda claro que el futuro del ciclismo australiano es más brillante que nunca. Las actuaciones de Ben O'Connor, Kaden Groves y Jay Vine son los últimos capítulos de una orgullosa historia de éxitos australianos en las Grandes Vueltas. Estos corredores no sólo están compitiendo al más alto nivel, sino que también están luchando por victorias en múltiples clasificaciones, mostrando la profundidad y versatilidad del talento ciclista australiano.
Con una nueva generación de corredores que siguen los pasos de leyendas como Cadel Evans y Robbie McEwen, la presencia de Australia en el mundo del ciclismo está llamada a fortalecerse aún más. Queda por ver si O'Connor podrá mantener el maillot rojo en las últimas etapas de La Vuelta, pero algo es seguro: El ciclismo australiano está en alza, y el mundo se está dando cuenta.