Primoz Roglic ya ha ganado la Vuelta a España en cuatro ocasiones, lo que hace que posea el récord histórico de victorias compartido con Roberto Heras. También se llevó el Giro de Italia en 2023, pero nunca ha conseguido conquistar aún el Tour de Francia. Es por ello que este año ha optado por una táctica diferentes a la de temporadas anteriores.
"Ha sido una elección bastante fácil. Normalmente acaba en la Vuelta, así que es mejor que empiece ahora con la primera Gran Vuelta del año, también ahora que pasamos por Eslovenia en el Giro. El Tour también fue una elección fácil", declaró Ralph Denk, director del equipo, a In de Leiderstrui.
La decisión de hacer del doblete Giro-Tour llega después de una temporada 2024 desigual para Roglic, en la que se quedó fuera del Tour de Francia cuando parecía que se estaba adaptando a la carrera tras un comienzo difícil. A pesar de este contratiempo, Roglic se recuperó y se hizo con la victoria en la Vuelta a España, remontando para arrebatarle el maillot rojo a Ben O'Connor y ganar la carrera por cuarta vez. Ahora, su regreso al Giro y su compromiso con el Tour configuran un año potencialmente decisivo para el corredor de 35 años, y hay una variable interesante que sugiere que 2025 podría ser el año de Roglic.
La decisión de Roglic de competir tanto en el Giro como en el Tour ha suscitado el debate sobre si este movimiento indica que está cediendo la batalla por el maillot amarillo a Pogacar y Vingegaard. Anteriormente hemos analizado si la decisión de Roglic podría deberse al hecho de que está (legítimamente) contento con su magnífico palmarés, aunque lo único que le falta es el maillot amarillo.
Los problemas de Roglic en anteriores Tours de Francia están, por supuesto, bien documentados, en particular su desgarradora derrota en 2020 ante Pogacar en la contrarreloj final y sus repetidas caídas en ediciones posteriores. Con Pogacar y Vingegaard usurpándolo en los últimos años, las posibilidades de Roglic de ganar el Tour han disminuido. Hubo un momento en 2023 en el que Roglic era probablemente el tercer mejor corredor de la general del planeta, siendo a la vez el segundo mejor de su país y el segundo mejor de su equipo. Sin ellos, ésta podría haber sido la era Roglic.
El planteamiento de Roglic para 2025 puede reflejar un cambio estratégico, centrándose en conseguir victorias allí donde cree que sus posibilidades son mayores. El Giro de Italia le trae buenos recuerdos de 2023, y el recorrido de 2025 pasa por su país natal, Eslovenia, lo que ofrece a Roglic la oportunidad de ser el hombre principal en una carrera en la que Pogacar y Vingegaard podrían no estar presentes.
Sin embargo, comprometerse con el Tour inmediatamente después del Giror plantea dudas sobre su capacidad para enfrentarse a rivales más frescos. ¿Es que Roglic ve el Tour como una oportunidad de apoyar a su equipo mientras aspira a ganar etapas o a un puesto secundario en el podio, en lugar de luchar directamente por el amarillo? Lo dudamos, ya que Roglic ha demostrado una y otra vez que, bajo su apariencia amistosa, es el máximo competidor.
Aunque la decisión de Roglic no significa necesariamente que haya renunciado al maillot amarillo, sí indica un enfoque más comedido, y sus posibilidades de ganar una segunda maglia rosa son ciertamente más probables que las de ganar un primer maillot amarillo.
Pero hay una estadística que sugiere que el doblete Giro-Tour de Roglic podría proporcionarle exactamente lo que necesita para brillar en Francia.
El Giro de Italia se disputa del 10 de mayo al 1 de junio de 2025, por lo que sólo quedan 34 días para el inicio del Tour de Francia, el 5 de julio de 2025. La posibilidad de que Roglic se recupere y llegue a tiempo para el Tour es un tema candente, sobre todo teniendo en cuenta su edad y las exigencias físicas de las Grandes Vueltas.
La historia proporciona algo de contexto. En 2024, Tadej Pogacar se convirtió en el primer corredor desde Marco Pantani en 1998 en ganar el Giro y el Tour en el mismo año. Las actuaciones dominantes de Pogacar, que ganó seis etapas en cada carrera, silenciaron a los escépticos que se preguntaban si intentar el doblete era una estrategia viable. Sin embargo, Pogacar está considerado como un talento generacional, incluso sobrehumano por su recuperación y su capacidad para alcanzar el máximo rendimiento repetidamente en cortos periodos de tiempo. A sus 35 años, es posible que Roglic no se recupere tan rápidamente como su joven compatriota.
La opinión tradicional en el ciclismo ha sido que disputar el Giro y el Tour el mismo año es demasiado agotador físicamente. Los ciclistas suelen tener dificultades para recuperarse plenamente en las semanas que transcurren entre ambos, y la fatiga afecta tanto al rendimiento físico como a la agudeza mental. Lo mejor para la mayoría de los corredores ha sido centrarse en una Gran Vuelta para rendir al máximo, en lugar de arriesgarse a ser mediocres en ambas.
Sin embargo, el éxito de Pogacar en 2024 puede marcar un cambio en esta forma de pensar. Con los avances en las técnicas de recuperación, la nutrición y las metodologías de entrenamiento, algunos ciclistas podrían alcanzar la cima dos veces en una rápida sucesión. El equipo de Roglic, Red Bull - BORA - hansgrohe, probablemente aprovechará todos los recursos disponibles para maximizar su recuperación y preparación para el Tour.
Curiosamente, la propia historia de Roglic sugiere que podría ser capaz de lograr esta hazaña. En 2020, tras su desgarradora derrota ante Pogacar en la contrarreloj final del Tour de Francia, Roglic se recuperó en un mes y ganó la Vuelta a España. Sólo 30 días después de su derrota en el Tour, Roglic volvió a su máximo nivel en la Vuelta, ganando la general por delante de Richard Carapaz, así como el maillot verde. Para ello, Roglic no sólo tuvo que recuperarse físicamente, sino también mentalmente de una de las pérdidas deportivas de última hora más devastadoras jamás vistas.
En última instancia, si Roglic puede recuperarse lo suficientemente rápido para el Tour dependerá de una combinación de factores: su condición física, los recursos de su equipo, las exigencias del Giro en sí, y quizás lo más importante, si Roglic puede permanecer en su bicicleta. Si puede reproducir la fortaleza mental y física que mostró en 2020, Roglic podría seguir siendo un factor en el Tour, aunque no sea uno de los principales favoritos para el maillot amarillo.
El doblete Giro-Tour 2024 de Pogacar ha reavivado el debate sobre si este ambicioso planteamiento podría convertirse en un nuevo estándar para los corredores de élite.Tradicionalmente, los ciclistas han evitado intentar las dos Grandes Vueltas debido al tiempo de recuperación necesario y a la necesidad de adaptar los programas de entrenamiento para alcanzar el máximo nivel en una sola prueba. El Giro, con su terreno difícil y su tiempo impredecible, suele dejar exhaustos a los participantes, lo que dificulta competir al máximo nivel sólo unas semanas después en el Tour.
Sin embargo, el éxito de Pogacar desafía estas suposiciones. Su capacidad para dominar ambas carreras sugiere que los avances en la ciencia del deporte, las técnicas de recuperación y el apoyo de los equipos podrían permitir a más corredores intentar el doblete en el futuro, y ¿no es eso una gran noticia para los aficionados al ciclismo? Cuantos más corredores intenten el doblete Giro-Tour, mejor, sobre todo si encuentran la forma de llegar a lo más alto en ambas carreras.
Para Roglic, la decisión de disputar las dos carreras a los 35 años es sin duda una decisión audaz. Aunque en el pasado ha demostrado una magnífica capacidad de recuperación, su edad podría hacer que el doblete Giro-Tour fuera aún más exigente. Además, el nivel de la competición en el Tour, con rivales más frescos como Pogacar y Vingegaard, será un reto importante.
Aun así, la elección de Roglic refleja su deseo de traspasar fronteras y poner a prueba sus límites, y está por ver si es una señal de lo que está por venir o una apuesta arriesgada.