ANÁLISIS | La razón por la que Europa sigue dominando a Estados Unidos en el ciclismo

Ciclismo
martes, 15 octubre 2024 en 1:00
matteojorgenson
El ciclismo es uno de los varios deportes del mundo donde Europa sigue dominando con bastante claridad a Estados Unidos.
Ya sea por las legendarias carreras que trascienden el deporte, como el Tour de Francia, por la cultura ciclista integrada en la vida cotidiana o por el gran número de corredores de talento procedentes del continente, Europa es la cuna indiscutible del ciclismo profesional.
Por el contrario, Estados Unidos, a pesar de ser una potencia deportiva, lucha por hacerse un hueco en el World Tour. En este artículo analizaremos las diferencias en la cultura ciclista entre Europa y Estados Unidos para entender las razones del dominio europeo y qué se puede hacer para acortar distancias.
Artículo escrito por Fin Major: CyclingUpToDate.

Clasificación mundial de la UCI

Un claro indicador de la brecha existente entre el ciclismo europeo y el estadounidense es la clasificación mundial de la UCI. Según las últimas clasificaciones, no hay ningún estadounidense entre los 10 primeros, y sólo dos, Matteo Jorgenson (puesto 11) y BrandonMcNulty (puesto 23), entre los 30 primeros. Mientras tanto, Europa domina la clasificación, con ocho de los diez primeros ciclistas procedentes del continente. De hecho, Eslovenia, un país con sólo 2,1 millones de habitantes, cuenta con dos ciclistas entre los seis primeros: Tadej Pogacar en el primer puesto y Primoz Roglic en el sexto. Se trata de una comparación sorprendente si se tiene en cuenta que Estados Unidos, con una población de 333,3 millones de habitantes, ha producido muchos menos ciclistas de élite al más alto nivel.
El declive del talento estadounidense en la cima del ciclismo profesional se refleja también en el número de equipos con sede en EE.UU. en el World Tour, que actualmente cuenta con sólo dos equipos World Tour, EF Education-EasyPost y Lidl-Trek. Esta situación contrasta con la de décadas anteriores, cuando equipos como Motorola, Discovery Channel y BMC Racing llevaban la bandera estadounidense en el escenario mundial. Estas escuadras emblemáticas contribuyeron a una época dorada del ciclismo estadounidense, que culminó con los éxitos de corredores como Greg LeMond y el tristemente célebre Lance Armstrong. Hoy, sin embargo, la presencia de equipos estadounidenses en el pelotón europeo ha disminuido, reflejando las dificultades del país para competir al más alto nivel.

Diferentes actitudes hacia el ciclismo

Una de las razones más importantes del dominio del ciclismo en Europa es su arraigada cultura ciclista. En países como Países Bajos y Bélgica, el ciclismo no es sólo un deporte, es una forma de vida. Suena a tópico, pero en los Países Bajos, por ejemplo, el 53% de la gente utiliza la bicicleta como principal medio de transporte al menos dos veces por semana. Esta cifra contrasta con el 16% de Estados Unidos. El uso generalizado de la bicicleta en la vida cotidiana significa que los niños de estos países crecen en bicicleta, desarrollando habilidades y niveles de forma física desde una edad temprana que alimentan de forma natural la escena competitiva del ciclismo.
Disciplinas como el ciclocross garantizan la popularidad del ciclismo en Europa durante todo el año
Disciplinas como el ciclocross garantizan la popularidad del ciclismo en Europa durante todo el año
Bélgica, conocida por producir algunos de los mejores ciclistas de la historia, es un ejemplo de cómo la cultura ciclista influye en el desarrollo del talento. Las legendarias carreras del país, como el Tour de Flandes, tienen profundas raíces históricas, y los clubes ciclistas son la piedra angular de muchas comunidades locales. Esta cultura produce un flujo constante de corredores de talla mundial que prosperan en las carreras más duras del planeta. Mientras tanto, en Estados Unidos, el ciclismo sigue siendo un deporte de nicho, con muchas menos oportunidades para que los ciclistas jóvenes se involucren en carreras competitivas desde una edad temprana.

¿Influye la planificación urbana?

Sí, otro factor crítico que contribuye al dominio de la bicicleta en Europa es la planificación urbana. Muchas ciudades europeas se diseñaron mucho antes de la llegada del automóvil, lo que las hace ideales para la bicicleta. Las calles estrechas, los centros urbanos compactos y la proximidad entre ciudades y pueblos hacen que la bicicleta sea a menudo el medio de transporte más cómodo y eficaz, lo que fomenta una sólida cultura ciclista y proporciona un terreno de entrenamiento natural para los ciclistas en ciernes.
En cambio, la mayoría de las ciudades estadounidenses se construyeron pensando en los coches. La expansión suburbana, las amplias autopistas y la falta de infraestructuras ciclistas dificultan que la bicicleta se convierta en el principal medio de transporte. Como consecuencia, hay menos gente que practica el ciclismo con regularidad, y a este deporte le cuesta alcanzar el mismo nivel cultural del que goza en Europa. Aunque se están haciendo esfuerzos para mejorar las infraestructuras ciclistas en ciudades como Portland y Nueva York, a Estados Unidos aún le queda un largo camino por recorrer antes de poder igualar los entornos favorables al ciclismo que existen en Europa.

El desaire estadounidense del World Tour

Una de las diferencias más flagrantes entre Europa y Estados Unidos en materia de ciclismo es la ausencia de grandes vueltas o grandes carreras por etapas en suelo estadounidense. De las 35 pruebas que componen el calendario UCI World Tour, ni una sola tiene lugar en Estados Unidos. Se trata de una flagrante omisión para un país con una de las mayores poblaciones del mundo y una enorme cultura de deportes al aire libre. La ausencia de una prueba ciclista de primer orden en Estados Unidos no sólo refleja la relativa escasa relevancia de este deporte en el país, sino que también dificulta el desarrollo de los corredores estadounidenses, que se pierden la experiencia de competir ante su público en la escena mundial.
Atrás quedaron los días en que el Tour de California, el Tour de Georgia y el Tour de Utah proporcionaban una fuerte presencia al ciclismo profesional en Estados Unidos. Estas carreras daban a los corredores estadounidenses la oportunidad de competir a un alto nivel sin tener que viajar a Europa. Su ausencia no es sólo una laguna en el calendario, sino un indicio más profundo de los retos a los que se enfrenta el ciclismo de carretera en Estados Unidos.

Dominio del ciclismo europeo

Para entender por qué Europa sigue dominando el ciclismo, es importante echar un vistazo a la historia de este deporte. El ciclismo de competición nació en Europa a finales del siglo XIX. El primer Tour de Francia se celebró en 1903 y, desde entonces, las grandes vueltas y los monumentos del ciclismo han permanecido firmemente arraigados en Europa. Los profundos lazos históricos de este deporte con el continente han creado un legado duradero que sigue dando forma al ciclismo profesional en la actualidad.
En cambio, el ciclismo de competición llegó a Estados Unidos mucho más tarde y nunca ha alcanzado el mismo nivel de popularidad que en Europa. Aunque Estados Unidos ha producido corredores de talento en el pasado, el ciclismo siempre ha jugado un papel secundario frente a deportes como el fútbol americano, el béisbol y el baloncesto. Como resultado, la cantera de talentos del ciclismo en Estados Unidos sigue siendo mucho menor que en Europa, donde el ciclismo ocupa un lugar destacado en el panorama deportivo.

¿Puede Estados Unidos frenar la fuga de Europa?

¿Qué se puede hacer para que Estados Unidos alcance a Europa en ciclismo? Una de las medidas más importantes es invertir en el desarrollo de las bases. Los programas que introducen a los jóvenes ciclistas en este deporte y les ofrecen oportunidades para competir son esenciales para aumentar la cantera de talentos, lo que requiere no sólo inversión financiera, sino también un cambio cultural en el que el ciclismo se considere un deporte viable para los jóvenes atletas.
Mejorar las infraestructuras ciclistas de las ciudades estadounidenses es otro paso crucial. Si se crean entornos más seguros y accesibles para el ciclismo, más gente se animará a practicar este deporte, tanto a nivel recreativo como competitivo. Las iniciativas que promueven el uso de la bicicleta como medio de transporte, como en países como los Países Bajos, podrían contribuir a fortalecer la cultura ciclista en Estados Unidos.
Por último, el regreso de una gran carrera por etapas a Estados Unidos supondría un importante impulso para el deporte. Una carrera UCI World Tour en suelo estadounidense no sólo atraería a los mejores talentos internacionales, sino que también inspiraría a la próxima generación de ciclistas estadounidenses. Aunque pueda parecer un objetivo lejano, es un paso esencial si Estados Unidos quiere acercarse a Europa en el ciclismo profesional.
El abismo entre el ciclismo europeo y el estadounidense es enorme, pero no insalvable. El dominio europeo se basa en una profunda cultura ciclista, una planificación urbana favorable y una rica historia de competición. Estados Unidos, por el contrario, se enfrenta a retos en todas estas áreas, pero con las inversiones adecuadas en desarrollo de base, infraestructuras y una gran carrera, hay potencial para que la brecha se reduzca. Hasta entonces, es probable que Europa siga dominando el World Tour, dejando al ciclismo estadounidense con mucho trabajo por hacer.