ANÁLISIS: El meteórico ascenso de Eslovenia a la cima del ciclismo mundial

Ciclismo
sábado, 19 octubre 2024 en 20:00
tadejpogacar primozroglic
Es impresionante pensar que un país con tan pocos habitantes como Eslovenia haya sacado en los últimos años a deportistas de tantísimo nivel. Goran Dragic y, sobre todo, Luka Doncic en el baloncesto, Jan Oblak lleva varias temporadas siendo uno de los mejores porteros de fútbol del mundo y en balonmano tienen un gran equipo. Pero es que en ciclismo cuentan con dos talentos históricos, uno de ellos que va para leyenda. Tadej Pogacar y Primoz Roglic son los dos líderes, aunque tampoco son los únicos corredores de primera procedentes de este rincón del mundo.
Sus logros han catapultado a Eslovenia al primer plano mundial del ciclismo, un título que se consolidó con la victoria de Pogacar en el Mundial de la UCI de 2024, celebrado en Zúrich el mes pasado. Una victoria que coronó una temporada histórica para Pogacar y situó a Eslovenia en lo más alto de este deporte.

El histórico 2024 de Pogacar

La temporada 2024 ha sido una temporada de récords, no sólo para Pogacar, sino para el ciclismo en sí. Su victoria en la prueba en ruta del Mundial, que le valió el codiciado maillot arco iris, es sólo el último de una serie de logros monumentales conseguidos este año. La temporada 2024 de Pogacar está siendo aclamada como una de las mejores de la historia del ciclismo, sólo comparable a las legendarias hazañas de Eddy Merckx y Stephen Roche. Como ellos, Pogacar ganó el Giro de Italia, el Tour de Francia y los Campeonatos del Mundo en el mismo año, la triple corona.
El palmarés de Pogacar para 2024 es de leyenda: dos victorias en Grandes Vueltas (Giro de Italia y Tour de Francia), seis triunfos en etapas en ambas carreras, victorias en dos monumentos (Lieja-Bastoña-Lieja e Il Lombardía), una victoria en la Strade Bianche y ahora el título de campeón del mundo.
Tadej Pogacar ha estado imparable en 2024
Tadej Pogacar ha estado imparable en 2024
Aunque la lista de logros de Pogacar ya no tiene parangón, falta una Gran Vuelta en su colección en 2024: la Vuelta a España. Sin embargo, el hombre que ganó esa carrera no es otro que su compatriota Primoz Roglic. Roglic, de 34 años y corredor del Red Bull - BORA - hansgrohe, ganó su cuarta Vuelta en septiembre. Fue la primera victoria de Roglic en una Gran Vuelta desde su fichaje por el nuevo equipo y consolidó su estatus de leyenda del ciclismo esloveno.
Entre los dos, Pogacar y Roglic han ganado nueve Grandes Vueltas, una hazaña increíble para cualquier nación, y más aún para un país pequeño como Eslovenia. Pero, ¿cómo se ha producido este meteórico ascenso? ¿Qué ha permitido a Eslovenia producir no sólo uno, sino dos de los mejores ciclistas de esta generación?

Los orígenes del ascenso esloveno

Para entender el monumental ascenso de Eslovenia, es importante tener en cuenta primero su cultura deportiva. Eslovenia siempre ha sido un país que valora la actividad física y las actividades al aire libre, en parte debido a su paisaje geográfico. Enclavada entre los Alpes y el mar Adriático, Eslovenia ofrece una gran diversidad de terrenos, desde regiones montañosas perfectas para el esquí y el senderismo hasta colinas y llanuras ideales para el ciclismo.
Históricamente, Eslovenia ha destacado en los deportes de invierno, produciendo atletas de talla mundial en esquí alpino y saltos de esquí. Los antecedentes de Roglic en saltos de esquí han sido ampliamente discutidos como uno de los factores que le ayudaron a convertirse en un ciclista tan potente, especialmente en contrarrelojes y etapas de montaña.
Pogacar, por su parte, representa a una nueva generación de deportistas eslovenos que han crecido en un país donde el ciclismo es cada vez más popular. En Komenda, su ciudad natal, se celebra ahora la "Pogi Cup", una carrera local para jóvenes ciclistas de 8 a 19 años. Los sistemas de desarrollo de base como éste serán cruciales para continuar con el éxito del ciclismo esloveno, ayudando a identificar y nutrir a los jóvenes talentos desde una edad temprana.
El ciclista esloveno Luka Mezgec destacó este cambio en una reciente entrevista con Wieler Revue. "Es el escaparate perfecto para el ciclismo esloveno. Creo que nuestro país seguirá siendo una potencia ciclista en el futuro. En general, Eslovenia es un país sano en el que el ejercicio está arraigado desde una edad temprana. En mi escuela primaria, todo el mundo practicaba al menos un deporte. Forma parte de nuestra cultura, y Pogacar y Roglic son nuestros mejores ejemplos".
La revolución del ciclismo esloveno no se debe sólo a los atletas, sino también a una cultura que abraza la actividad física, una geografía que se presta a los deportes de resistencia y un sistema de base que apoya el desarrollo de los jóvenes ciclistas. Pero aunque la infraestructura ha contribuido a crear las condiciones para el éxito, son las dotes fisiológicas y la fortaleza mental de Pogacar y Roglic las que han elevado realmente el ciclismo esloveno al siguiente nivel.

Deportistas fuera de serie

Uno de los aspectos más comentados del éxito de Pogacar y Roglic es su notable capacidad fisiológica. El VO2 máximo de Tadej Pogacar es de 89,4, según Rouleur. Esto le sitúa entre las cifras más altas de VO2 máx jamás registradas, lo que demuestra su increíble resistencia y eficacia. Del mismo modo, el VO2 máximo de Roglic supera los 80, un nivel de élite que le convierte en uno de los corredores más fuertes del pelotón.
Aunque el VO2 máximo por sí solo no determina el éxito en el ciclismo, es un claro indicador de las ventajas fisiológicas que estos corredores tienen sobre sus competidores. En combinación con su inteligencia táctica y su fortaleza mental, no es de extrañar que Pogacar y Roglic hayan dominado el deporte en los últimos años.
La fortaleza mental de Roglic, en particular, se ha puesto a prueba en más de una ocasión. El ejemplo más famoso, por supuesto, es el Tour de Francia de 2020, en el que Roglic estuvo a punto de convertirse en el primer ganador esloveno del Tour de Francia, sólo para ser dramáticamente superado por Pogacar en el último día de competición. Ese momento, en el que la brillantez de Pogacar en la contrarreloj le valió el maillot amarillo, es uno de los más emblemáticos de la historia del ciclismo, pero también puso de manifiesto la intensa rivalidad entre las dos superestrellas eslovenas.

¿Sigue siendo Primoz Roglic el rey del ciclismo esloveno?

A pesar de los increíbles logros de Pogacar, Roglic sigue siendo el ciclista más querido de Eslovenia. Como informó Sporza antes del Mundial de 2024, muchos aficionados eslovenos todavía tienen en mayor estima a Roglic que a Pogacar, en gran parte debido a los dramáticos acontecimientos del Tour de 2020. Roglic fue visto como el primer aspirante legítimo de la nación al Grand Tour, y para un pequeño sector de aficionados, la angustia de perder ante Pogacar de forma tan dramática ha dejado un impacto duradero.
Según Marjeta Pogacar, madre de Tadej, esa rivalidad ha provocado algunas reacciones negativas de una pequeña parte de los aficionados eslovenos: "Después del Tour 2020, Tadej recibió muchas reacciones negativas. Mensajes personales y cosas así. Supuestamente había traicionado a Roglic", dijo a Sporza. "Estamos hablando de una minoría, en realidad, pero aún así le afecta. En Eslovenia hay una especie de sombra sobre Tadej. Como si le hubieran dado una paliza".
Tadej Pogacar y Primoz Roglic a finales de 2024. @Imago
Tadej Pogacar y Primoz Roglic a finales de 2024. @Imago
Sin embargo, es importante subrayar que estas reacciones negativas proceden sólo de una pequeña fracción de la población. Para la inmensa mayoría de los eslovenos, tanto Pogacar como Roglic son héroes nacionales, y sus logros son motivo de inmenso orgullo. La rivalidad entre ambos puede haber creado cierta tensión, pero también les ha llevado a nuevas cotas y ha contribuido al éxito general del ciclismo esloveno.
El Tour de Francia 2020 marcó un punto de inflexión para el ciclismo esloveno, no sólo por la espectacular victoria de Pogacar, sino también por lo que representó para el país en su conjunto. Era la primera vez que dos ciclistas eslovenos competían por el premio más prestigioso de este deporte, y fue un momento que cautivó la imaginación de todo el país.
Para Roglic, la derrota fue aplastante, pero su capacidad para recuperarse de esa decepción habla de su resistencia y carácter. Desde aquella derrota, Roglic ha ganado varias Grandes Vueltas, incluida su cuarta Vuelta en 2024. Su regreso no ha hecho sino aumentar su leyenda, convirtiéndole en una figura muy querida no sólo en Eslovenia, sino en todo el mundo.
Pogacar, por su parte, utilizó esa victoria de 2020 como trampolín para su propio dominio. Desde entonces, ha añadido a su currículum otros dos títulos del Tour de Francia, el Giro, varios monumentos y, ahora, el Campeonato del Mundo. Su rivalidad con Roglic puede haberse enfriado en los últimos años debido a sus lesiones, pero el impacto de su duelo en el Tour de 2020 sigue resonando en todo el deporte.
El futuro del ciclismo esloveno parece increíblemente brillante. Con un sólido sistema de base, una cultura que abraza el deporte y dos de los mejores ciclistas de todos los tiempos, Eslovenia está bien posicionada para seguir siendo una potencia del ciclismo en los años venideros. El éxito de Pogacar y Roglic ha inspirado a una nueva generación de ciclistas, y eventos de base como la Copa Pogi garantizan que la próxima oleada de talentos eslovenos ya está en camino.
Como señaló Luka Mezgec, el cambio de actitud hacia los ciclistas en Eslovenia ha sido profundo. "Cuando empecé a ir en bici, los conductores me pitaban, pero ahora me levantan el pulgar", se ríe. Este cambio cultural refleja la transformación general de Eslovenia en una nación ciclista, donde este deporte se celebra y respeta.
Puede que Pogacar y Roglic sean los rostros de esta transformación, pero no son los únicos factores que impulsan el éxito de Eslovenia. La geografía, la cultura y la inversión en el desarrollo de la juventud del país han desempeñado un papel crucial en su ascenso a la cima. Con Pogacar y Roglic a la cabeza, Eslovenia se ha establecido firmemente como la nación número uno del ciclismo, y su dominio no muestra signos de desaceleración.