Después de que
Mathieu van der Poel se viera superado en la
E3 Saxo Classic por su némesis
Wout van Aert, el padre
Adrie van der Poel cree que competir tan a menudo uno contra el otro puede ser una bendición y una maldición.
"En sus primeros años, Mathieu era demasiado bullicioso. Atacar a falta de 60 u 80 kilómetros, no siempre funcionaba. Como cualquier corredor, ha aprendido de su experiencia", recuerda Adrie en conversación con HLN. "Mathieu, Wout van Aert,
Tadej Pogacar y Julian Alaphilippe: ¡todos se estudian entre sí! Esos hombres conocen los puntos fuertes y débiles de los demás".
En lo que fue una batalla clásica entre tres de las mayores estrellas del ciclismo, van der Poel, van Aert y Tadej Pogacar estuvieron mano a mano por la victoria en la E3 Saxo Classic y, a pesar de que el holandés no pudo levantar los brazos en señal de celebración, Christoph Roodhooft, hablando antes de la carrera, cree que ganar no siempre es la mejor señal de forma.
"Todo empieza con las piernas. Si no eres el más fuerte, puede que tengas un plan tan bueno que no debas empezarlo. También puedes cagarla. En ciclismo, los corredores que no son los mejores en la carrera ganan con la misma frecuencia", explica Roodhooft. "Mathieu lleva toda la vida pedaleando para ganar: como júnior, como debutante, incluso antes. Todavía hay pocas situaciones que le sorprendan".