Iljo Keisse, siete veces campeón de los
Seis Días de Gante, vive una experiencia bastante nueva en la tradicional fiesta de las carreras en pista, al presenciar la carrera desde fuera del centro de la acción por primera vez en años. En una entrevista con Sporza, Keisse admite que no echa necesariamente de menos el sufrimiento, pero que se le sigue poniendo la piel de gallina en 't Kuipke.
"Es diferente volver aquí", reflexiona Keisse en la velada inaugural de los Seis Días de Gante. "He podido entretener al público durante años, espero que ahora los pilotos lo hagan por mí".
Keisse es hijo de 't Kuipke, pero tampoco puede escapar a las leyes de un antiguo piloto. "Quise entrar en la zona de prensa sin pase, pero los de seguridad no me dejaron pasar. Dije que tenía que dar el pistoletazo de salida, pero no fue suficiente. Ah, bueno, esa gente sólo hace su trabajo. Aunque habría sido una pena que ya no me reconocieran", se ríe.
Keisse explica la fórmula del éxito de Gante de forma sencilla: "El tiempo se ha detenido aquí. Es una mezcla de deporte y entretenimiento, una tradición. Algunos vienen aquí y no ven a un solo ciclista, otros se quedan en el mismo sitio durante 6 días. Es folclore, un poco como las Fiestas de Gante en invierno".