En Zúrich,
Lotte Kopecky fue capaz de revalidar el maillot arcoíris que había conseguido el año pasado en Glasgow. En el
Mundial de Gravel, en su país, la belga tenía las mismas intenciones, pero tuvo que ceder ante una extraordinaria
Marianne Vos y conformarse con la medalla de plata.
La carrera de Lovaina fue una experiencia nueva para Kopecky, y a pesar de mostrar su habitual fortaleza, tuvo que enfrentarse a retos en el accidentado terreno de grava. Reflexionando sobre la carrera, Kopecky dijo a Wielerflits: "Fue algo completamente diferente a lo que estaba acostumbrada. Fue divertido, pero cuando me quedé sola delante con Marianne, mi espalda empezó a explotar. Intenté liberar parte de la tensión, pero fue horrible. Creo que era por todos los agujeros de la carretera que había que coger. Fue bastante doloroso".
Kopecky se esforzó por tomar el control en las subidas, pero encontró a Vos en una forma formidable. "Intenté presionar en la subida, pero Marianne también estaba muy fuerte. Los últimos días no estaba al cien por cien. Estoy contenta de que hoy haya ido bien", añadió.
Aunque no se llevó el oro a casa, la medalla de plata de Kopecky en su primera carrera sobre tierra es un logro increíble. La estrella belga podría verse tentada a explorar más carreras sobre grava en el futuro, ya que ha demostrado su valía en la escena
mundial en esta nueva disciplina.
Con sus éxitos tanto en carretera como en gravel, Kopecky sigue consolidando su reputación como una de las corredoras más versátiles y talentosas del ciclismo femenino.