En los últimos años, no se puede negar el progreso del
ciclismo femenino. A primera vista, los salarios mínimos, la mejora de los contratos y el aumento de la audiencia parecen indicar un progreso en las carreras femeninas.
Pero si se profundiza en el tema, la brecha sigue siendo grande en cuanto a premios, presupuestos de los equipos, acceso a los medios de comunicación y seguridad en la carrera. En octubre de 2025, analizaremos cómo será la brecha salarial en el ciclismo, cómo ha evolucionado el ciclismo femenino y cuánto le queda por recorrer, por qué persiste y cuáles son las implicaciones para el deporte más allá de los titulares.
Entremos de lleno en el tema, sin olvidar algunas de las principales diferencias entre ambas disciplinas, cómo está creciendo el ciclismo femenino y las principales razones por las que sigue habiendo tanta diferencia, así como las preguntas más frecuentes (FAQ).
Hay que decir que hay estrellas mediáticas como
Demi Vollering, Lotte Kopecky, Marianne Vos o
Pauline Ferrand-Prévot o hasta hace poco
Annemiek Van Vleuten que le han dado un impulso al ciclismo femenino increíble.
La evolución del ciclismo profesional femenino
Las carreras femeninas profesionales en carretera han recorrido un increíble camino en la última década. Antes relegadas a pruebas de un día o a rarezas, las carreras por etapas son ahora parte integrante del calendario. Por ejemplo, el
Tour de Francia Femenino lanzado en 2022 marcó un hito para el ciclismo femenino, ya que por fin las mujeres recuperaron su propia adición a la carrera más famosa del ciclismo.
Más equipos, más medios de comunicación, más exposición. En los últimos años se han introducido salarios mínimos para los equipos femeninos de la máxima categoría, lo que ha elevado un grado de profesionalidad que antes no existía.
Ese progreso es real: los datos de 2025 del sindicato de ciclistas
TheCyclists' Alliance (TCA) informan de que el 54% de las corredoras del WorldTour y del ProTeam encuestadas pueden vivir únicamente de sus ingresos del ciclismo. Al mismo tiempo, la audiencia y el interés comercial por las carreras femeninas están en auge; la audiencia actual de las retransmisiones en algunos mercados rivaliza con la que tenía este deporte hace cinco años, o incluso la supera en horas.
Sin embargo, la narrativa de la "brecha cerrada" sigue siendo incompleta. Muchos corredores y periodistas subrayan que, aunque el deporte femenino parece cada vez más profesional, su escala (presupuesto, salario, valor mediático, etc.) sigue siendo mucho menor que la de los hombres.
¿Qué significa realmente "igualdad salarial" en el ciclismo?
Cuando nos preguntamos si hombres y mujeres cobran lo mismo en el ciclismo, debemos tener en cuenta varias dimensiones: salarios (contratos de equipo), premios en metálico (en las carreras), prestaciones y seguridad en la carrera. En el ciclismo profesional de carretera, la Unión Ciclista Internacional (UCI) fija unos niveles salariales mínimos para los principales equipos femeninos (Women's WorldTour).
Por ejemplo, en 2025, el salario mínimo para las corredoras autónomas en el WorldTour femenino
alcanzó los 62.320 euros, y para las corredoras asalariadas, al menos 38.000 euros. Mientras tanto, el nivel inferior (Continental) sigue prácticamente sin regular en muchos lugares, y muchos corredores ganan mucho menos.
Por el contrario, los hombres del WorldTour y de los ProTeam disfrutan de salarios medios mucho más elevados, presupuestos de equipo mucho mayores y bolsas de premios mucho más cuantiosas (aunque las comparaciones detalladas públicamente son menos consistentes). Sólo en premios en metálico: la bolsa de premios del
Tour de Francia Femenino de 2025 fue de 259.430 euros, mientras que el equivalente masculino (Tour de Francia de 2025) superó los 2,3 millones de euros.
Según la TCA, el 84% de las mujeres de los equipos continentales gana menos de 20.000 euros al año; el 42% tiene un segundo empleo mientras compite. Así pues, la "paridad salarial" está lejos de ser una realidad para la mayoría de las corredoras del pelotón femenino.
Demi Vollering es la ciclista mejor pagada del pelotón femenino, con un salario de casi un millón de euros por temporada con el FDJ - Suez. @Imago
Brecha salarial
Salarios mínimos y estructura
-Salario mínimo WorldTour femenino (2025): 62.320 euros (autónomos) / 38.000 euros (asalariados) para la categoría superior.
-A nivel continental, "más del 75% de los corredores WorldTour/Pro tienen ahora contratos plurianuales; ... pero el 84% de los corredores continentales ganan menos de 20.000 euros anuales".
Disparidades en los premios
-El ganador de la clasificación general del Tour deFrance Femmes 2025 se lleva 50.000 euros.
-El ganador masculino del Tour de Francia de 2025 se lleva aproximadamente 500.000 euros y el bote total de premios para los hombres unas diez veces el del equivalente femenino.
Crecimiento de la audiencia y de los medios de comunicación
-El Tour de Francia femenino de 2025 tuvo una audiencia televisiva de 25,7 millones de telespectadores sólo en Francia en sus nueve etapas.
-Alcanzó una cuota de audiencia del 31,6 % por etapa en Francia.
-En Australia, el acontecimiento de 2025 registró 11,7 millones de visitas en plataformas de terceros, lo que supone un aumento interanual del 99%.
El Tour de France Femmes, a su regreso, se ha convertido rápidamente en uno de los grandes eventos del ciclismo. @ProShots
Por qué persiste la brecha
Inversión y presupuestos
Los equipos ciclistas profesionales masculinos suelen contar con presupuestos multimillonarios, patrocinadores a largo plazo, derechos de televisión y grandes acuerdos comerciales. Por el contrario, muchos equipos femeninos, incluso en las categorías superiores, siguen estando infracapitalizados. Un informe de 2019 señalaba que el presupuesto medio de los equipos femeninos rondaba los 200.000 dólares, frente a los 16 millones de dólares de los equipos masculinos del WorldTour.
Bolsa de premios y reparto de ingresos
Los premios en metálico son un indicador visible de valor, pero también dependen de los ingresos generados por el patrocinio, los derechos de televisión, la duración de la carrera y la cobertura mediática. La directora del Tour de Francia Femenino, Marion Rousse, afirma: "Es difícil comparar una carrera de 21 días con otra de nueve" a la hora de juzgar los premios en metálico. Así pues, se argumenta que parte de la disparidad se debe a la propia diferencia estructural en la duración de la prueba.
Cobertura mediática y exposición
La exposición mediática impulsa el patrocinio, que a su vez impulsa el presupuesto, que a su vez impulsa los salarios. La explosión de espectadores en las carreras femeninas es prometedora (véase más arriba), pero en la mayoría de los países la cobertura mediática sigue siendo significativamente menor que en las carreras masculinas. Menor exposición significa menores acuerdos comerciales, menos patrocinadores de equipos, presupuestos más bajos y, por tanto, menor potencial salarial.
Itinerarios profesionales y niveles inferiores
Un deporte profesional tiene que apoyar el talento a todos los niveles, y aunque las mejores ciclistas ganan ahora salarios respetables, a menudo se produce una ruptura en los niveles inferiores. La encuesta de la TCA de 2025 muestra que las ciclistas que no pertenecen a los dos niveles superiores son en su gran mayoría económicamente inseguras. Si las mujeres jóvenes no pueden confiar en el ciclismo como profesión a tiempo completo, la cantera de talentos y la profundidad del deporte se resienten, lo que a su vez limita el crecimiento comercial.
Impulso
El ciclismo masculino lleva más de un siglo de desarrollo comercial sostenido, mientras que las carreras profesionales femeninas son relativamente nuevas en su forma moderna. Eso no quiere decir que el ciclismo femenino sea "nuevo", pues es totalmente falso. Pero la actual ola de audiencia, inversión y mejora de la igualdad es relativamente nueva. Por lo tanto, la infraestructura económica, las jerarquías de patrocinio y la tradición de los medios de comunicación están más atrasadas.
¿Qué diferencia supone esto para las mujeres ciclistas?
Para los ciclistas que ganan menos de 20.000 euros anuales (como muchos), el ciclismo sigue siendo un trabajo a tiempo parcial o simplemente insostenible a largo plazo. La TCA descubrió que los nuevos profesionales (1-2 años de experiencia) se plantean cada vez más abandonar por motivos económicos. Sin ingresos estables, los equipos con limitaciones presupuestarias pueden dar prioridad a los contratos cortos, lo que limita la continuidad y el desarrollo de los deportistas.
Los presupuestos más bajos suelen significar menos personal de apoyo, menos inversión en campos de entrenamiento, menos margen de equipamiento y menos oportunidades de competir. Esto puede limitar la progresión del rendimiento y ampliar la brecha entre las mujeres de primera línea y sus rivales masculinas o con presupuesto masculino.
Cuando el dinero de los premios, los acuerdos de patrocinio y la exposición en los medios de comunicación siguen siendo bajos, los atletas pueden tener dificultades para generar ingresos a largo plazo mediante patrocinios, acuerdos de marca u oportunidades en los medios de comunicación. Esto afecta a las carreras posteriores y a la capacidad de jubilarse con seguridad financiera.
Voces y citas clave del pelotón
"Definitivamente fue muy especial, pero creo que con el tiempo llegaremos donde debemos estar. El objetivo de todo ciclista es tener algún día una hija que compita en el deporte y se ría de las diferencias entre hombres y mujeres", declaró Katarzyna Niewiadoma tras su victoria en el Tour de Francia Femenino de 2024.
"Lo más fácil sería desechar por completo el modelo de ciclismo integral y empezar de nuevo", resume Grace Brown (presidenta de la TCA) los resultados de la encuesta2025.
"No se trata sólo de abrir nuevas puertas a ciclistas y aficionados, sino también de animar a todas las mujeres implicadas en el ciclismo y en torno a él", Kate Veronneau (responsable de Estrategia Femenina de Zwift) sobre la inversión en el ciclismo femenino.
Katarzyna Niewiadoma, ganadora del Tour de Francia Femenino 2024, es una de las muchas voces que señalan la disparidad salarial entre ambos pelotones. @Imago
Oportunidad para la paridad
El reciente aumento de la audiencia y de la atención mediática sobre el ciclismo femenino es quizá la vía más prometedora para reducir las diferencias salariales. El Tour de France Femmes de 2025 atrajo a 25,7 millones de telespectadores en Francia y alcanzó cuotas de audiencia récord.
Lo que esto indica es que los patrocinadores y las cadenas de televisión reconocen cada vez más el ciclismo femenino como un producto (recordemos que el deporte es un producto para las cadenas de televisión) que atrae a la audiencia. Con el crecimiento de la "atención" viene el crecimiento del valor comercial, mejores presupuestos para los equipos, salarios más altos, mayores fondos de patrocinio. En este sentido, el ciclismo femenino ya no es sólo una puesta al día, sino una oportunidad de crecimiento para los organismos de radiodifusión y los patrocinadores, así como para las competidoras.
Si el modelo comercial se amplía, las disparidades salariales tendrán más que ver con el desfase histórico que con inevitabilidades estructurales. El reto es mantener la inversión el tiempo suficiente para que madure.
Entonces: ¿cobran lo mismo hombres y mujeres en el ciclismo?
Respuesta corta: No, todavía no.
Al más alto nivel, el ciclismo profesional femenino ha logrado avances significativos, salarios mínimos, mejores estructuras contractuales y una gran audiencia. Pero sigue habiendo grandes diferencias en premios, presupuestos de los equipos, ingresos de las mujeres de categorías inferiores y exposición mediática.
El ciclismo femenino sigue siendo estructuralmente más pequeño que el masculino: menos carreras por etapas, menos acumulación histórica de ingresos, menos acuerdos de patrocinio. Muchas corredoras, sobre todo en los equipos de categorías inferiores o continentales, siguen sin tener seguridad económica: algunas ganan menos de 20.000 euros al año o tienen un segundo empleo. Sin embargo, el impulso es cada vez mayor: las audiencias de las retransmisiones aumentan, el patrocinio crece y el valor comercial está más claro que nunca. En términos prácticos: mientras que las "mejores mujeres" del ciclismo pueden ganar sueldos de entre cinco y seis cifras, más patrocinios, muchos profesionales masculinos de niveles similares ganan bastante más, tanto en salario directo como a través de ingresos indirectos.
¿Es el sueldo de 8 millones de euros que gana Tadej Pogacar un objetivo posible para cualquier mujer ciclista en las próximas décadas? @Sirotti
Reflexiones finales
En el ciclismo profesional, los hombres y las mujeres aún no cobran lo mismo y, de hecho, la diferencia en algunos ámbitos sigue siendo grande. Pero la historia no es de estancamiento, sino de transición. El ciclismo profesional femenino de carretera ha madurado como negocio desde unos comienzos fragmentados hasta convertirse en un producto con audiencias globales, inversión comercial y rendimiento atlético de élite. Sin embargo, grandes segmentos del pelotón femenino siguen sintiéndose inseguros, mal pagados y poco expuestos.
Nadie niega que el ciclismo tuvo corredoras de gran talento durante el siglo XX, cuando el deporte masculino se hizo mundialmente popular. Pero nunca tuvo el impulso empresarial ni los elementos comerciales del masculino, algo que está empezando a cambiar.
Al final, el valor del ciclismo femenino no se mide sólo en euros y contratos, sino en equidad y sostenibilidad. Como dijo una corredora: a igual esfuerzo e igual sufrimiento, igual recompensa. Los próximos años demostrarán si el deporte adopta ese principio o lo deja escapar de nuevo.