El Monte Lussari decidirá el desenlace del
Giro de Italia. Sólo 26 segundos separan a
Primoz Roglic de Geraint Thomas, una diferencia que será difícil de reducir, pero no imposible. El
Jumbo-Visma confía en que el esloveno pueda realizar una buena actuación.
"Este Giro se acerca a su punto de ebullición. Tal y como están las cosas, va a ser un juego de segundos. Thomas y Primož no se ceden ni un ápice", declaró Arthur van Dongen, director general del equipo, en un comunicado de prensa. "Nos habría gustado coger los últimos cuatro segundos de bonificación, pero al final estamos satisfechos de cómo ha terminado la etapa".
El Jumbo-Visma ha jugado sus cartas, y ahora todo depende de Roglic. La diferencia podría haber sido menor, pero la modesta escapada sobrevivió a la etapa reina para luchar por la victoria, con Roglic muy cerca de conseguir segundos de bonificación que le acercarían al rosa. Ahora, a tan sólo unas horas del esfuerzo decisivo, las escasas diferencias que Thomas y Roglic se infligieron mutuamente darán lugar a una contrarreloj dramática en una subida brutal.
"Vamos a empezar la contrarreloj de subida con confianza. Esperemos que los aficionados presentes den a Primož aún más energía y espíritu de lucha de los que ya tiene", concluye van Dongen. "Fue fantástico ver cómo muchos eslovenos ya gritaban delante de él el sábado. Creemos en lo máximo alcanzable".