Tadej Pogacar llegaba a la Strade Bianche como el máximo favorito para hacerse con la victoria con muchísima diferencia. Atacó junto a Tom Pidcock en el noveno sector de grava, sin embargo, una caída a falta de 49 kilómetros de meta llenó de esperanzas al británico. Pero la superestrella eslovena del UAE Team Emirates XRG se volvió a subir a la bicicleta, esperado por su rival del Q36.5 Pro Cycling Team.
"Estoy bastante cansado, la verdad", admite Pidcock con una sonrisa irónica al dirigirse a los medios de comunicación reunidos tras la carrera. "Quería intentar ganar, pero creo que hice una buena actuación seamos sinceros. Estuve bastante cerca".
Como ya se ha mencionado, un momento clave de la carrera fue la caída de Pogacar a falta de 50 km, un incidente que dejó momentáneamente a Pidcock en solitario al frente de la carrera. "Seamos honestos, me dio un poco más de oportunidad. Pero él seguía siendo demasiado fuerte con su último ataque y sí, estoy contento, pero al mismo tiempo decepcionado".
A pesar de no haber conseguido la victoria, Pidcock tiene muchos motivos para ser optimista tras este segundo puesto. "¡No creo que nadie más haya seguido a Tadej este año! Vale, sólo ha hecho una carrera, pero también el año pasado y el Tour de Francia", sonríe el británico. "Así que sí, estoy contento. Es un buen paso. Pero, por supuesto, al final atacó y se escapó. Así que es agridulce".
"Cuando se cayó, seguí adelante, no sabía lo que estaba pasando", continúa Pidcock, entrando en más detalles sobre esos pocos kilómetros de locura. "Pero luego volvió a subirse a la bici, parecía que iba a volver y, por supuesto, esperé. Es un competidor y un campeón del mundo, así que, por supuesto, lo respetas y esperas. Cometió un error y así no es como se saca ventaja en una carrera. Por supuesto, también quedaba mucho camino por recorrer. Así que no quería llegar tan lejos yo solo".