Tom Pidcock ha demostrado su estado de forma en el fin de semana inaugural de su temporada de ciclocross. Aunque sólo correrá unas semanas, espera aprovechar al máximo el bloque navideño y tener algún éxito frente a
Mathieu van der Poel y
Wout van Aert.
"Este es mi objetivo: quiero intentar ganar una carrera esta temporada y competir con ellos en el periodo navideño, como el año pasado en Diegem. Espero que se den algunos de esos escenarios este invierno. Eso estaría bien", comentó Pidcock a Wielerflits tras la victoria de ayer en Namur. El sábado terminó segundo tras el Campeón del Mundo en Herentals, aunque hay que decir que nunca estuvo a tiro de van der Poel. Ahora, sumando puntos y en mejores posiciones de salida, el británico puede tener más posibilidades de igualar un posible ataque temprano.
Este domingo tuvo una salida modesta y luego un problema mecánico que le retrasó. Aun así, pasó por encima de gran parte del pelotón, excepto de Pim Ronhaar, que realizó una gran actuación y sólo fue superado en la penúltima vuelta. "¿Lo conocía bien? Bastante bien, la verdad. Pero nunca había corrido contra él como hoy", dice Pidcock de su nuevo rival, que ya ha ganado dos veces la Copa del Mundo este año y que tiende a prosperar en los recorridos embarrados.
Se le preguntó por su constante cambio de colores de calcetines, lo que llamó la atención de algunos, que concluyeron bromeando: "Los calcetines azules y negros son una mierda. Y el año que viene cambiaremos de patrocinador, así que ya puedo llevar un par nuevo en cada carrera".