Timo Roosen fue un eslabón de éxito en el tren de esprint de Dylan Groenewegen y Olav Kooij, floreció como jugador de equipo en el
Jumbo-Visma y se convirtió en campeón neerlandés.
Tras nueve años de lealtad, Roosen deja Visma. "El equipo siempre me ha parecido una gran familia. He conocido a mucha gente nueva. Echaré de menos ir al Centro de Alto Rendimiento y tomarme un café con los encargados o los mecánicos. Esas son las cosas sencillas pero agradables".
El neerlandés se incorporó al equipo cuando éste tomaba un nuevo rumbo. "He visto cómo se reconstruía el equipo desde cero. En 2015, tuvimos que esperar meses para conseguir nuestra primera victoria, y unos años más tarde, ganamos un par de etapas en el Tour de Francia con Dylan. Son experiencias que nunca olvidará. Me encanta el caos y la presión. Me viene bien y, afortunadamente, a menudo hemos tenido éxito. Todavía puedo hacer lo mío allí".
Ganar el maillot rojo, blanco y azul es el punto culminante absoluto de la carrera de Roosen. "Fue un sueño de infancia hecho realidad en 2021", afirma con orgullo. "Aquel día todo me salió bien. Todo el mundo se alegró y me felicitó. Recibí llamadas y correos electrónicos de todo el equipo. Nunca antes había sido campeón de Países Bajos en ninguna categoría. Es extraordinario cuando lo vives con los profesionales".