En una demostración más de que es el único que está a la altura (al menos) de Eddy Merckx,
Tadej Pogacar rompió el pelotón en Montmartre con un ataque bestial a 40 kilómetros de meta de la última etapa. No pudo ganar ante un
Wout van Aert desatado que demostró otra vez su clase en París mientras que el maillot amarillo entraba cuarto confirmando su cuarta Grande Boucle con apenas 26 años.
El caníbal esloveno quería ganar la última etapa del
Tour de Francia 2025 y dejaba claro que iba a darlo todo por hacerlo desde que la cosa se puso complicada. Rompió el grupo ya en la primera subida y en la segunda volvió a romperlo aún más e hizo una selección más amplia con Matteo Jorgenson, Davide Ballerini, Matej Mohoric, Matteo Trentin y Ballerini. Pasaban los 6 escapados con medio minuto de ventaja de cara a la última vuelta y estaba claro que iban a jugarse entre ellos el triunfo. Hay que recordar que no iba a haber diferencias para la general, el paso de 50 km a meta fue el que lo marcó con todo el pelotón el tiempodel día.
En la última subida Pogacar puso ritmazo y rompió a todos menos a un Wout van Aert enorme que le rompió en la subida y ganó en París callando muchísimas bocas.
Pogacar ha conseguido su cuarto Tour tras otra actuación sublime. Hace apenas un par de años parecía que iba a tener muy complicado seguir ganando en París viendo el nivelazo al que había llegado en crono y en alta montaña
Jonas Vingegaard, pero el esloveno se ha rehecho como un campeón y este año le ha demostrado al danés (el año pasado Vingo llegó sin forma por la caída en el Itzulia) que, a día de hoy, es mejor ciclista.
Su Grande Boucle ha sido perfecta desde el primer día y prácticamente en las 2 primeras semanas no desaprovechó ninguna oportunidad que tuvo para destrozar a sus rivales. Fue segundo tras Van der Poel en Bouglogne-sur-Mer y le devolvió la moneda en la cuarta etapa con su primera victoria de la edición en Rouen. Luego, en la crono de Caen un día después acabó segundo sólo por detrás de Remco Evenepoel y le asestó el primer golpe duro a Vingegaard.
Un bestial Pogacar
En el Muro-de-Bretaña, pese a un pancartazo de libro sumando su segunda victoria, algunos pensaron que tenía a Vingegaard cerca en alta montaña. Poca razón tenían. El primer test de montaña llegó en la etapa 10 con el final en el nada duro Le Mont-Dore Puy de Sancy, donde entró de la mano de Vingo noveno. Se seguía hablando de igualdad...
Y dejó de hablarse de igualdad 2 días después cuando Pogi atacó desde el primer metro de Hautacam y le sacó 2 minutos a Vingegaard. Era la etapa 12 y se había acabado el Tour de Francia. El día siguiente ganó la cronoescalada de Peyragudes con mejores sensaciones para Vingegaard. El danés no daba por perdido el Tour, pero no había nada que hacer.
Se criticó entonces a Pogacar. Se le acusó de caníbal. Él dejó claro que corría para ganar, pero lo cierto es que desde aquel día se mostró menos ambicioso. Acabó por delante de Vingo en Superbagnères, Mont Ventoux y el Col de la Loze, pero acabando segundo, quinto y segundo en las etapas. En La Plagne, ya el penúltimo día, Vingo por fin le ganó un pancartazo a Pogacar. El único de la carrera en el que le sacó tiempo (el de las bonificaciones), aunque Pogacar jugó bien y no le permitió ganar.