El ciclista neerlandés
Thymen Arensman será uno de los representantes de los Países Bajos en el
Mundial de Ruanda, una cita que marcará el final de su gran temporada. El corredor de 25 años tiene por delante dos grandes retos: la contrarreloj individual del domingo y, posteriormente, la prueba en ruta de la próxima semana, donde volverá a medir sus fuerzas con los mejores del mundo.
Arensman llega a la cita con una mezcla de confianza y prudencia. Su confianza se explica en gran parte por las dos resonantes victorias que consiguió este verano en el Tour de Francia, donde se impuso en las etapas de Luchon-Superbagnères y La Plagne.
Aquellos triunfos transformaron su temporada y elevaron su perfil internacional, consolidándole como una de las figuras emergentes del ciclismo neerlandés. “Sería fantástico que pudiera hacer otra buena actuación”, expresó el ciclista antes de viajar a Ruanda, consciente de que la exigencia será máxima
Las celebraciones posteriores al Tour ofrecieron a Arensman una nueva perspectiva sobre lo que había logrado. Durante la carrera, explicó, todo transcurre en una especie de burbuja competitiva. Cada victoria es rápidamente reemplazada por el foco en la siguiente etapa, lo que impide dimensionar realmente la magnitud del éxito.
Esa percepción cambió al regresar a los criteriums profesionales en los Países Bajos, donde pudo comprobar de cerca el efecto que sus victorias habían tenido entre los aficionados.
“En el Tour de Francia, vives en una burbuja. Si ganas la primera etapa, ya estás centrado en las siguientes oportunidades. No ves tanto el mundo exterior. Pero cuando compites en los criteriums de Holanda después del Tour, te das cuenta de verdad del impacto que han tenido esas victorias de etapa”.
“La gente estaba realmente conmovida por lo que había conseguido. Fue increíble. Los niños querían hacerse fotos contigo, firmar autógrafos. Nunca había experimentado eso”.
Thymen Arensman brilló en el pasado Tour de Francia 2025 con dos victorias de etapa
Regreso a la rutina y nuevos objetivos
Pese a la atención mediática y el cariño recibido, Arensman no tardó en reencontrarse con la rutina profesional y con los compromisos de su calendario.
“Para ser sincero, me ha gustado volver a lo que me pagan por hacer: ciclismo. Volver a mi ritmo normal y centrarme en los próximos objetivos de este año. Esos son el Tour de Gran Bretaña, los Campeonatos del Mundo en Ruanda y las carreras italianas de otoño”.
El Mundial será, sin duda, la prueba más singular de todas. El propio corredor admite que se trata de un desafío distinto a todo lo que ha vivido hasta ahora, especialmente en la contrarreloj, disciplina en la que quiere progresar en los próximos años.
El trazado de la carrera en ruta masculina, con más de 260 kilómetros, llevará a los corredores a sus límites físicos y mentales. Para Arensman, supondrá su jornada más larga sobre la bicicleta en competición.
“Creo que el Campeonato del Mundo de Ruanda será mi día más largo sobre la bicicleta. Me desenvuelvo muy bien en las carreras por etapas porque parece que me canso menos a medida que avanza la carrera en comparación con muchos competidores. Pero ahora todo el mundo está fresco en la salida”.
El neerlandés se muestra dispuesto a afrontar la prueba con una mentalidad abierta, considerándola también una inversión de futuro, tanto para su desarrollo en contrarreloj como en carreras de un día.
Thymen Arensman será la gran esperanza de Países Bajos en el Mundial de Ruanda
Más allá de lo deportivo, Arensman también valora el aspecto humano que conlleva competir con la selección de su país. La concentración en Ruanda reunirá al equipo neerlandés durante casi dos semanas, algo que el ciclista espera vivir como una experiencia enriquecedora.
“Estaremos aquí casi dos semanas con la federación, y espero que sea una experiencia agradable preparar un acontecimiento de este tipo con tu país. Espero que la adaptación sea fácil, no hay diferencia horaria y la altitud es comparable a la de Andorra, donde vivo”.
Arensman concluyó sus declaraciones dejando claro que su enfoque será realista y sin presiones excesivas.
“No voy a predeterminar mis resultados; voy a intentar hacer una buena temporada aún mejor. Sería fantástico si pudiera tener un buen rendimiento en la contrarreloj y en la carrera en ruta. Y ofrecer actuaciones sobre las que pueda construir”.