Sepp Kuss acaba de terminar una
Vuelta a España que ha sido psicológicamente dura, ya que por defecto ha tenido que llevarse la victoria sobre los dos corredores a los que iba a ayudar a ganar la carrera. No obstante, el título ya está en su palmarés, pero de momento no ambiciona añadir un título del
Tour de Francia.
"Eso será diferente. Pero, sobre todo, no debo imponerme demasiadas expectativas y seguir adelante, como siempre he hecho en el pasado", dijo Kuss a Wielerflits, contando las responsabilidades de luchar por una clasificación general. "Correr en una carrera en la que puedes perderlo todo. Normalmente no tengo nada que perder, porque me centro en mi trabajo y quiero hacerlo bien. Desde ese punto de vista no tienes nada que perder, pero estar concentrado cada día y sacar el máximo partido a cada etapa no es fácil mentalmente".
Más que ser un gran escalador, ser un especialista en Grandes Vueltas implica muchas más habilidades y concentración. El estadounidense se benefició de una Vuelta que se adaptaba muy bien a los escaladores puros, y consiguió mantener la compostura en los días llanos o montañosos en los que algo podía escaparse del control de
Jumbo-Visma con más facilidad.
"Antes del Angliru no estábamos seguros de ser los tres ciclistas más fuertes de la carrera. Hasta ese momento corríamos principalmente contra la competencia, pero entonces éramos tres", dijo sobre el día que quizás marcó más la carrera, en términos de dramatismo. "Nos sorprendió a todos. No se puede planificar de antemano, porque no esperábamos esa situación. Por eso queríamos claridad en esta nueva situación".
"Siempre se pueden tener esas aspiraciones. Pero me doy cuenta de que la Vuelta es muy diferente del Tour", aclara, señalando que no tiene intención de luchar por el maillot amarillo por el momento. "Entonces hablo de la dinámica de la carrera. La Vuelta es la carrera perfecta. En el Tour es mucho más nervioso".
"Allí las etapas de transición son más duras y las subidas menos empinadas. Así que esa carrera es realmente diferente para mí. Normalmente sí, pero también me gusta que me tomen el pelo. Eso también me motiva, trabajar para un líder de esta manera y también poder correr. Desde luego, no he perdido el placer de servir".