La Vuelta a España desde dentro: La mirada de Remco, los gamberros de Manzanares y el futuro de Pelayo

Ciclismo
martes, 19 septiembre 2023 en 14:17
vuelta salida 20
El día ameneció nublado en la Sierra, con lluvias intermitentes y con un tráfico intenso camino de Manzanares El Real, la preciosa localidad madrileña sede de la salida de la penúltima etapa de la Vuelta a España, la última que podía evitar que Sepp Kuss se llevara a casa el rojo.
En la plaza Adolfo Suárez, junto a la línea de salida, desayunábamos en la tradicional La Charca Verde un mollete con bacon y queso y un carajillo antes de vivir la presentación de los equipos. Ambiente festivo en el pueblo mientras los primeros rayos de sol se dejaban ver entre unas nubes que parecía que querían dar tregua a la carrera: Madrid no quería imitar el inicio Barcelona.
La tensión se entreveía en la mirada de Remco Evenepoel segundos antes de la salida. El belga tenía hambre de cuarta victoria y, consciente de que iba a salirse a 'full gas', no quería perder la concentración.
Juan Ayuso era felicitado por su 21 cumpleaños y los aficionados presentes en la salida le cantaban el tradicional 'Feliz cumpleaños'. El de Jávea, muy feliz, sonreía como lo hacen los campeones. Así, tras el corte protocolario de cinta con autoridades ansiosas de salir en la foto, se daba la salida a la durísima etapa con 10 puertos y 4000 metros de desnivel que Remco había calificado como 'más dura que la Lieja'.
Intentábamos salir de Manzanares para acudir a las 2 dificultades montañosas que creíamos iban a decidir la etapa: la Cruz Verde y el Alto de San Lorenzo del Escorial. Sin embargo, unos vándalos se dedicaron a rajar ruedas de coches y nos tocó la lotería: nuestro FIAT Panda tenía las dos ruedas izquierdas destrozadas.
Tras los clavos que casi acabaron con la Vuelta de Juan Ayuso o el aceite confiscado por la Guardia Civil antes de ser arrojado a la carretera, llegaba otro acto vandálico en una edición de la Vuelta a España que no gana para disgustos y en la que, desgraciadamente, los energúmenos han estado brillando por su presencia.
Así, las circunstancias nos 'obligaban' a regresar a la Charca Verde y a nutrirnos con 3 huevos de corral acompañado de torreznos de Soria mientras seguíamos la carrera vía Eurosport. Todo ello mientras esperábamos que la caravana de la carrera abandonara la localidad y la grúa pudiera venir a asistirnos.
Mientras finalizábamos los huevos de corral, Remco Evenepoel y compañía aventajaban al pelotón en algunos minutos y todo indicaba que no iba a haber lucha en la general para que peligrara el rojo de Kuss.
Minutos después, a las faldas del alto de Robledondo, cuando la fuga le sacaba 5 minutos al pelotón, la grúa acudía a nuestro rescate y conseguía dejarnos en un taller de Collado Villalba. La eficacia de Pedro, el amable chico de la grúa, nos permitía coger un taxi que nos dejaba en El Escorial para poder vivir en directo la última de las subidas del día.
A esas alturas quedaba claro que no había ambición entre los de la general y el interés estaba puesto en que Remco pudiera ofrecernos otro triunfo o alguno de la escapada pudiera arrebatárselo. El ambiente en El Escorial era festivo, con cientos de personas con muchas ganas de disfrutar de la última dificultad montañosa de la Vuelta a España 2023.
Ambientazo en la zona empedradada del Escorial, que parecía el Muro de Huy, con un Pelayo Sánchez espectacular que nos concedía una entrevista en la previa de la carrera y que demostraba la clase que tenía.
Tremendo final, con merecido triunfo de un Wout Poel que ya demostró en el Angliru estar en un estado de forma extraordinario. Remco y Pelayo se quedaron con las ganas. Nosotros pudimos disfrutarle en el empedrado final pese a los problemas... y es que la Vuelta, pese a todo, sigue siendo mucha Vuelta.