El danés
Jonas Vingegaard recordó al mundo del ciclismo por qué es uno de los grandes referentes de la actualidad con una victoria épica en la segunda etapa de la
Vuelta a España 2025.
El corredor del Team
Visma - Lease a Bike, doble campeón del Tour de Francia, se impuso en un final ajustadísimo ante el italiano Giulio Ciccone en Limone, logrando su primera victoria World Tour de la temporada y lanzando un mensaje claro a todos sus rivales: sigue siendo el hombre a batir.
El triunfo no pudo llegar en mejor momento. Tras un Tour de Francia discreto, en el que terminó segundo por detrás de su eterno rival Tadej Pogacar, el arranque en La Vuelta le sirvió para reafirmar su autoridad.
Para Matt Stephens, analista de
TNT Sports, la actuación fue impecable: “Creo que hizo la carrera perfecta. Como ha pasado tanto tiempo, es muy importante para su moral y su creencia”.
Un recordatorio al pelotón
Stephens subrayó además que la victoria iba más allá de la simple estadística: “Este chico ha ganado el Tour de Francia en dos ocasiones, pero en los dos últimos años se ha visto eclipsado por el fenómeno que es Pogacar. Este es un recordatorio oportuno e importante de quién es”.
Una etapa caótica y dramática
La jornada no estuvo exenta de tensión. La etapa transcurrió con relativa calma hasta la última hora, cuando la lluvia, varias caídas y un caos en una rotonda provocaron que buena parte del Visma se fuera al suelo, incluido el propio Vingegaard. Sin embargo, el danés demostró su resiliencia: se levantó, se reagrupó y llegó a la subida final con energías renovadas.
En la exigente ascensión a Limone, la pendiente suave dio paso a unos últimos 2 kilómetros explosivos, convertidos en un verdadero campo de batalla. Felix Gall, Marc Soler y Ciccone intentaron tomar la delantera, pero Vingegaard esperó el momento justo.
Jonas Vingegaard ganó la etapa 2 de la Vuelta a España 2025
Con sangre fría, lanzó su ataque en los metros finales y superó al italiano, que cometió el error de mirar por encima del hombro en el instante menos oportuno. “Había tanto que hacer en los últimos metros… Esa miradita por encima del hombro creo que pudo costarle la victoria a Ciccone”, analizó Stephens.
Una victoria catártica
Más que un triunfo, para Vingegaard fue una liberación. Al cruzar la línea de meta levantó el puño al aire en un gesto de pura catarsis, antes de recibir el abrazo de sus compañeros de equipo. Era la confirmación de que llegaba a La Vuelta con ambiciones máximas.
“Ha sido una victoria brillante, fantástica. Ya sabes cómo es Jonas, nunca se rinde… Ese puñetazo catártico al aire y la alegría de sus compañeros lo dicen todo. Qué manera de empezar esta carrera siendo el gran favorito”, concluyó Stephens.