A falta de una semana para su presentación oficial, el
Tour de Francia 2026 ya empieza a revelar sus contornos. Aunque el recorrido completo aún no se ha hecho público, la mayor parte del trazado está diseñado y confirmado. Las filtraciones, las reservas hoteleras y las informaciones de medios locales permiten reconstruir con bastante precisión el esqueleto de una edición que promete emoción desde el primer día.
Todo apunta a que la carrera comenzará con fuerza en los Pirineos, atravesará después el Macizo Central y los Vosgos, y se decidirá finalmente en los Alpes, con finales icónicos en el Alpe d’Huez y el Plateau de Solaison. Un recorrido equilibrado que combinará la espectacularidad de las montañas con la tensión estratégica de las etapas intermedias.
El punto de partida será Barcelona, que acogerá las dos primeras etapas. Durante las últimas semanas, la tensión política en torno al evento fue considerable: el ayuntamiento de la ciudad ejerció fuertes presiones para excluir al equipo Israel – Premier Tech debido a su origen y a un inminente cambio de patrocinador. Sin embargo, el conflicto se resolvió, y con el nuevo patrocinador en camino (lo que convertirá al conjunto en un equipo del World Tour), la organización mantendrá el plan inicial.
Así, el Tour 2026 comenzará con una contrarreloj por equipos de 19 kilómetros en las calles de la capital catalana. Será un arranque técnico y visualmente espectacular, aunque con precedentes polémicos: la última vez que Barcelona acogió una contrarreloj similar fue durante la Vuelta a España 2022, donde la falta de luz al final del día generó duras críticas por cuestiones de seguridad.
La segunda etapa también concluirá en la ciudad condal, con un final en el Estadio Olímpico, tras coronar el Alto de Montjuïc. Se trata de un final exigente, muy similar al de la clásica etapa de la Volta a Catalunya, que pondrá a prueba a los favoritos de la clasificación general desde los primeros días.
La tercera jornada llevará a los corredores desde Granollers hasta Les Angles, con un final a 1.800 metros de altitud tras una subida de 4,7 km al 4,9 %. Tres etapas iniciales sin oportunidades para los velocistas y con los hombres de la general ya bajo presión.
A partir de la cuarta etapa, la carrera se adentrará de lleno en los Pirineos, territorio clásico de batalla. Las filtraciones apuntan a una salida en Limoux y una llegada en Foix, con opciones de incluir ascensiones míticas como el Mur de Peguère o el Prat d’Albis, donde en el pasado Thibaut Pinot y Mikel Landa lograron abrir diferencias ante Geraint Thomas y Julian Alaphilippe.
La quinta etapa comenzaría en Lannemezan y concluiría en Pau, ciudad tradicional del Tour y uno de sus escenarios más emblemáticos. Todo indica que será la primera llegada al sprint real de la edición. Por su parte, la sexta etapa debería unir Pau con Gavarnie-Gèdre, probablemente con un final en la estación de esquí de Les Espécières, tras un día plagado de ascensiones de alta montaña.
Los velocistas tendrán varias oportunidades en el Tour de Francia 2026
Transición hacia el oeste francés
La séptima etapa marcará el tránsito hacia el norte, dejando atrás los Pirineos para adentrarse en las llanuras del oeste francés. Los posibles finales en Burdeos y Dordoña anuncian jornadas más propicias para los sprinters, aunque la octava o novena etapa podría romper esa tendencia.
En concreto, se espera que la novena jornada una Malemort y Ussel, sobre un terreno quebrado, ideal para corredores todoterreno como Mathieu van der Poel o Wout van Aert.
Tras el primer día de descanso, la carrera retomará la acción con una etapa que se perfila como uno de los momentos más esperados: un final en alto en Le Lioran, en pleno Macizo Central. Este final, que lleva meses rumoreándose, podría ofrecer un duelo explosivo entre escaladores y clasicómanos.
La siguiente jornada, la etapa 11, apunta a Magny-Cours, el histórico circuito de velocidad, que serviría de escenario para un final más seguro tras la creciente preocupación por los sprints urbanos. La etapa 12 se mantendría en la región, con un desenlace probable en Châlon-sur-Saône.
La etapa 13 podría tener final en Belfort, una de las ciudades más reconocibles del noreste francés, antes de que la etapa 14 lleve a los corredores hasta una de las cumbres más emblemáticas de los Vosgos: La Planche des Belles Filles o Le Markstein. Ambas opciones se han manejado en las filtraciones, y cualquiera de ellas garantizaría espectáculo y diferencias en la clasificación general.
La etapa 15 abrirá el capítulo decisivo en los Alpes, donde el Tour 2026 podría decidirse definitivamente. Todo apunta a que el Plateau de Solaison regresará como final en alto, aunque aún no se ha confirmado si será una contrarreloj de montaña (al estilo de Peyragudes 2025) o una etapa tradicional. La opción más probable es la segunda, con una contrarreloj individual programada para la etapa 16, después del último día de descanso en Évian-les-Bains.
Las etapas 17 a 19 siguen siendo un enigma, pero las filtraciones coinciden en un punto clave: el Alpe d’Huez volverá al recorrido. Su regreso, posiblemente con doble ascenso como en 2013 (cuando se utilizó el Col de Sarenne para el descenso), será uno de los grandes atractivos del año.
Además, la etapa 18 podría finalizar en Orcières-Merlette, mientras que la etapa 19 ofrecería un recorrido montañoso con final en Chambéry, incluyendo ascensiones monumentales como el Grand Colombier, el Col de la Biche o el Mont du Chat.
Como es tradición, la etapa 21 coronará la carrera en París, aunque con un toque renovado. Tras el éxito del circuito de Montmartre en 2025, es muy probable que la organización repita el formato, combinando espectáculo visual y exigencia técnica.
Esto implicaría que la etapa 20 esté reservada para los velocistas, su última oportunidad de brillar antes del paseo triunfal por los Campos Elíseos.