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Juegos Olímpicos de París 2024 han resultado ser históricos para el ciclismo masculino de carretera. Remco Evenepoel se ha convertido en el primer corredor de todos los tiempos en lograr la medalla de oro contrarreloj y en la prueba en ruta en una misma edición. Pero, además de la gloria del belga, también se han dado historias más agrias que dulces.
Rui Costa está en la fase final de su carrera, a los 37 años, y tenía los Juegos Olímpicos como uno de sus principales objetivos de la temporada. Una medalla era difícil para el portugués, pero no imposible. Eso fue hasta que sufrió una avería en el circuito final, ya bien avanzada la carrera.
"No sé si ha sido un pinchazo o una pérdida de presión, lo cierto es que no podía trazar las curvas, era imposible. Era un momento crucial de la carrera, la carrera estaba en marcha. Cuando ocurrió, supe que sería imposible volver al grupo. Además, el coche tardó mucho en llegar", explicó el tricampeón nacional portugués a Lusa después de la carrera.
Y la avería no fue el único problema que aquejó a Rui Costa en París. "Puedo decir que no he hecho una buena salida. En los paralelos también perdí el bidón y di una vuelta sin hidratarme. Y luego las cosas se complicaron mucho cuando pinché. Ese fue el final de la carrera", recuerda con pesar.
Tras el 13º puesto en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y el 10º en Río 2016, Rui lamenta haberse quedado corto en su tercera y última carrera olímpica. "Cuando entrenas, cuando te dedicas, cuando tu principal objetivo son los Juegos y eran mis últimos Juegos, tenía muchas ganas de hacerlo bien.... Me sentía bien, sabía que todo era cuestión de colocación en el circuito, las fuerzas eran muy parecidas, aparte de Remco que estaba muy fuerte, pero ya está", concluyó el campeón del mundo de 2013.