La 12ª etapa del
Tour de Francia vivió otro comienzo increíblemente duro, al igual que en la 10ª etapa.
Tadej Pogacar estuvo muy atento a la amenaza de peligrosos parciales, ya que él y
Jonas Vingegaard atacaron y contraatacaron en varios movimientos al principio de una jornada de la Grande Boucle que vio a otro español llevarse la victoria con Ion Izagirre.
"Tenía buenas piernas. En un día como hoy, en el que se va muy rápido en las primeras horas, es por supuesto difícil ahorrar energía, pero creo que lo hemos conseguido", dijo Pogacar en la entrevista. En los primeros 60 kilómetros de carrera abundaron las pequeñas cotas en las que decenas de corredores intentaron formar una escapada y en varias ocasiones los dos primeros en las subidas se cruzaron, otro comienzo en el que se produjeron constantes escisiones. Sin embargo, Pogacar asegura que no "malgastó energía reaccionando en los momentos equivocados".
Hasta cierto punto no se entendía por qué tanto el
Jumbo-Visma como el
UAE Team Emirates corrían de forma tan agresiva, con muy pocos corredores cerca de sus líderes en un día en el que no había grandes ascensiones que marcaran la diferencia, pero proporcionó una primera hora y media de carrera espectacular digna del Tour de Francia. Al final, una escapada consiguió remontar mientras el dúo se mantenía en el pelotón, que luego creció en tamaño, pero el explosivo comienzo dejará otra mella en las piernas de todos.
Tras superar sin problemas los dos días complicados del Macizo Central, Pogacar mira ahora a los Alpes y a su primera etapa en el Macizo del Jura, que tendrá como final la cima del Grand Colombier, donde ya ganó en 2020. "Estoy muy motivado y conozco muy bien la subida de mañana, así que adelante con el fin de semana. Esperemos que las piernas estén tan bien como hoy", concluyó.