Perico Delgado cuenta sus experiencias en el
Tour de Francia a principios de los años ochenta, contando que los españoles tenían un gran sentido de inferioridad cuando llegaban a la prueba, algo que comenzó a cambiar en el año 1983 cuando Ángel Arroyo acabó segundo tras Laurent Pignon:
"Nosotros siempre íbamos a competir a Francia lo hacíamos con un gran complejo de inferioridad por eso era muy difícil que nos viésemos como triunfadores, algo que empezó a pasar en 1983. Nosotros siempre acudíamos a las carreras en Francia y todos los ciclistas españoles decíamos ‘a ver por dónde nos van a dar porque aquí sólo vamos a recibir".
Perico, ganador de la Grande Boucle en 1988, habla de episodios de racismo en contra de los españoles que acudían al Tour en esos años, algo que él no aceptaba:
"En Francia no nos daban un buen trato y yo siempre me acuerdo una carrera cuando era amateur en la zona de Pau en el sur de Francia. Primero cuando llegamos nos dijeron ‘África empieza de los Pirineos para abajo’, en ese momento pensamos ‘¿qué se creen estos franceses, estos chulos?".
Perico Delgado contaba una anécdota de su época como amateur cuando fue a un hotel y vivió una experiencia increíble:
"Escuchábamos esas expresiones pero lo peor llegó en una carrera de aficionados. Estábamos cuatro equipos aficionados en un hotel, tres eran franceses y el nuestro que era español. Estábamos esperando a que diesen de comer y veíamos que no nos la daban pero que a los tres equipos franceses si les servían y les daban la comida. Nosotros seguíamos esperando y sólo nos decían que ya nos servirían pero al final nos quedamos alucinados ya que se negaron a darnos de comer. Nosotros en ese pensábamos, ‘pero si sólo somos unos niños y no nos quieren dar de comer’. Ese recuerdo que fue mi primer gran recuerdo desagradable con la sensación que a los ciclistas españoles en Francia se les trataba mal y realmente te revolvía las tripas".