El
Campeonato de Europa femenino de ciclismo en ruta vivirá su gran final el próximo
4 de octubre, cuando el pelotón internacional se alinee para disputar uno de los títulos más prestigiosos del calendario.
La salida está programada para las 14:00 CET, con la llegada prevista alrededor de las 17:00 CET, en lo que se espera sea una batalla intensa entre algunas de las mejores escaladoras y especialistas en clásicas del mundo.
La prueba femenina del Campeonato Europeo de Carretera nació en la década de los años 90, cuando la Unión Europea de Ciclismo (UEC) decidió añadir títulos continentales que complementaran los campeonatos nacionales y las citas mundialistas.
Con el paso de los años, este evento ha evolucionado hasta convertirse en una de las camisetas más codiciadas de la temporada, con un valor creciente tanto para corredoras como para equipos.
En 2025, la cita tendrá lugar en la región francesa de Drôme-Ardèche, un territorio conocido por sus carreteras quebradas y exigentes, con un trazado ideal para corredoras escaladoras y ciclistas capaces de rendir en esfuerzos prolongados. Se trata de un cambio notable respecto a la edición anterior, donde el recorrido favoreció claramente a las velocistas.
La historia reciente de los Campeonatos Europeos ha estado marcada por el dominio neerlandés. En 2023, el podio tuvo doble representación de los Países Bajos, con Mischa Bredewold llevándose el oro y Lorena Wiebes la plata, mientras que Lotte Kopecky se quedó con el bronce.
Un año después, en 2024, la propia Wiebes dio un paso más y se colgó el oro, escoltada en el podio por Elisa Balsamo (plata) y Daria Pikulik (bronce). Con este precedente, la selección neerlandesa volverá a ser una de las grandes favoritas, aunque el perfil de este año puede abrir la puerta a corredoras de corte más escalador.
La carrera arrancará en Privas y cubrirá un total de 116,5 kilómetros hasta la llegada en Guilherand-Granges. Desde los primeros compases, el terreno pondrá a prueba a las participantes con una subida inicial de 4 kilómetros, que algunos equipos podrán utilizar como trampolín para colocar corredoras en la escapada temprana.
Perfil: Privas - Guilherand-Granges
Privas - Guilherand-Granges, 116.5 kilómetros
Esta táctica podría ser decisiva más adelante, sirviendo como apoyo estratégico en los momentos clave. El pelotón pasará por la línea de meta por primera vez tras 64 kilómetros, aunque la verdadera dureza comenzará poco después, en el kilómetro 72, con el inicio del ascenso más exigente del día: la subida a Saint Romain de Lerps.
Este puerto tiene 7 kilómetros al 7,2% de pendiente media, una dificultad considerable en el
ciclismo femenino, donde una ascensión de este calibre puede romper por completo el grupo. Situada a 37 kilómetros de meta, será el momento en que las escaladoras puras busquen marcar diferencias.
Aunque se espera que no todas consigan sobrevivir a este esfuerzo, aquellas corredoras explosivas que no brillan en subidas largas podrían quedarse rezagadas. Tras superar Saint Romain de Lerps, el pelotón entrará en el circuito final, que incluye dos ascensiones al temido Val d’Enfer. Esta subida, de 1,5 kilómetros con rampas del 10%, será afrontada a 23,5 kilómetros y 6,5 kilómetros de la llegada.
Se trata de un muro corto pero muy exigente, en el que de nuevo las escaladoras parten con ventaja. Además, justo tras su cima hay un pequeño repecho que podría animar a ataques decisivos antes de la rápida bajada hacia meta.
Los últimos 3 kilómetros llanos podrían permitir algún reagrupamiento, pero lo más probable es que la victoria llegue en solitario, fruto de un ataque bien ejecutado en la última ascensión.