Remco Evenepoel se fue al suelo en la quinta etapa del Criterium du Dauphiné, apenas dos meses después de su caída en la Itzulia que le impidió completar una primavera como esperaba. En un auténtico vendaval de corredores afectados, el jefe del
Soudal Quick-Step,
Patrick Lefevere, habló sobre la situación del belga y sus compañeros, también dejó claro que no había que buscar culpables en lo ocurrido.
"El médico del equipo me ha puesto al día y parece que seguirán siendo golpes y magulladuras. De nuestro equipo, sólo Antoine Huby necesita algunos puntos de sutura, pero no es muy urgente", dijo Lefevere en una entrevista con Sporza. "Pero no es divertido. También se puede imaginar que Remco se asustaría inmediatamente y se echaría la mano al hombro tras una caída así, después de lo que vivió en el País Vasco. Pero parece que estará bien".
Aunque todavía no está confirmado, Evenepoel debería poder tomar la salida en la 6ª etapa, aunque se dio un golpe en la cabeza y en el mismo hombro que se fracturó hace casi exactamente dos meses en la Itzulia del País Vasco. Mikel Landa y Antoine Huby, del equipo belga, también se han ido al suelo, como parte de una larga lista de corredores que se han visto afectados por un tramo de carretera muy mojado y resbaladizo en la entrada a Saint-Priest, en las afueras de Lyon.
"Nadie tiene la culpa aquí, ni los organizadores ni los corredores", opina Lefevere. "El jurado incluso había tomado la medida de registrar los tiempos a 4 kilómetros de la meta en lugar de a 3, porque allí era peligroso. Todo estaba bien indicado, los corredores no iban superrápidos y tenían la escapada a tiro."
"Cinco kilómetros antes, las calles aún estaban secas, pero mira, ha bastado un chubasco para derribar al pelotón. Se caen los de delante, se asustan los de detrás y se pasan. Entonces se produce una reacción en cadena".