Primoz Roglic era el gran favorito para ganar el
Giro de Italia junto a Remco Evenepoel antes de comenzar la corsa rosa. Tras el abandono obligado por Covid del belga tras la primera semana de competición, el esloveno pasó a ser el hombre a batir.
Durante la segunda semana Roglic no intentó ni un sólo ataque y su equipo, el
Jumbo-Visma, pese a contar con todos sus efectivos, no propuso absolutamente nada. Así, tras unos días de ciclismo complicado por la lluvia (que no por el ritmo) llegamos el martes a la primera prueba de fuego para los favoritos a la general.
Primoz comenzaba la etapa con 2 segundos de desventaja con respecto a
Geraint Thomas y con Joao Almeida muy cerca de él por detrás. Día duro, con varias subidas, con más de 5000 metros de desnivel y con final en el Monte Bondone.
Por fin, Jumbo se decidió a trabajar para su líder, pero las sensaciones no eran las mejores. Mientras Rohan Dennis tiraba en cabeza del grupo de favoritos, Roglic estaba escondido con Sepp Kuss en la parte trasera. Cuando se le acabó el gas al australiano, UAE con Jay Vine comenzó a tirar preparando el ataque de Almeida.
El luso atacó y Roglic no reaccionó. Tampoco Thomas, que se ve que estaba estudiando al que consideraba su principal rival (INEOS no hizo nada en toda la etapa pese a contar con De Plus y Arensman en el top 10 de la general).
Fue Kuss el que puso una marcha que parecía mantener a Almeida a una distancia en absoluto peligrosa. Sin embargo, Thomas olió sangre cuando Roglic perdió la rueda de su compañero cuando el desnivel se hizo mayor y atacó, marchándose junto a Almeida.
El dúo de cabeza se entendió y tiró con fuerza y Kuss hizo un fantástico trabajo a Roglic. En 5 km el esloveno sólo perdió 25 segundos con sus dos rivales por la maglia rosa. El trabajo del americano y su gran último kilómetro minimizaron daños.
Ahora está a 29 segundos de G Thomas en la clasificación general.
¿Y AHORA QUÉ?
Después de la etapa, Roglic decía estar recuperándose y que le hubiera gustado estar "al 100%". No es la primera vez que escuchamos al esloveno quejarse de su forma durante una carrera y luego mejorar. No hay que dar por muerto al esloveno. No sólo porque su forma puede mejorar (no es raro tener problemas el día después de una jornada descanso), sino porque sus rivales no pudieron (o no quisieron rematarle).
Se ha estado criticando mucho a Roglic y a Jumbo por no hacer más en la carrera, por no haber hecho nada en la segunda semana. Pero, viendo que no está bien, todas las miradas se dirigen ahora a INEOS. Tienen a Arensman y De Plus en el top 10 y no lo han usado ni una sola vez durante todo el Giro. Quedan sólo 2 etapas de montaña. Roglic tuvo un mal día y la renta que le sacaron en meta fue de 25 segundos.
Veremos lo que ocurre, pero en absoluto hay que dar a Roglic por enterrado con tan poca diferencia en la general. El esloveno ha demostrado en más de una ocasión diferentes picos de forma durante una misma gran vuelta y quedan todavía 3 etapas decisivas (las dos en línea de alta montaña jueves y viernes y la durísima crono del sábado). Puede pasar cualquier cosa.
Es una maravilla tener a tres corredores como Primoz Roglic, Joao Almeida y Geraint Thomas en apenas medio minuto. Gran final de Giro nos espera (lo merecemos después del bochorno de las dos primeras semanas).
