La aparición de la nueva generación de corredores que ha aumentado el nivel de las clásicas de primavera ha provocado que muchos ciclistas, como
Oliver Naesen, sufran un enorme cambio en lo que se refiere a sus respectivos objetivos de temporada. El belga ha hablado sobre qué es lo que pretende lograr en 2023, y sus sensaciones después de llevar años lejos de los primeros puestos en su especialidad.
"Ya tuve una caída en enero y la semana pasada tuve una bronquitis en la Etoile de Bèsseges. En fin, mejor ahora que en marzo. Espero haber tenido mi ración de mala suerte este año", declaró Naesen a Het Laatste Nieuws. El corredor de 32 años afronta su séptimo año con el equipo
AG2R Citroën, donde espera -junto a Greg van Avermaet- lograr resultados significativos en las clásicas.
Aunque ha tenido algún éxito ocasional, en las últimas dos temporadas Naesen no ha logrado ser consistente en la cima de las clásicas de primavera, logrando Top10's en Omloop Het Nieuwsblad y el E3 Saxo Bank Classic, pero sin romper en los monumentos. A falta de una victoria desde 2019 también, la situación se vuelve más complicada o Naesen.
"Ya no digo la palabra ganar y solo quiero rendir con regularidad", admite. "Cuando has ganado muchas grandes carreras como Sagan o incluso Greg Van Avermaet, es difícil volver a casa satisfecho con un sexto puesto. Pero para mí, que nunca he ganado una clásica de alto nivel, un puesto de honor queda limpio. Los aceptaré. Esos puntos son cada vez más importantes. Lo apruebo. Si sólo el ganador puede estar contento después de la carrera, debe haber muchos ciclistas descontentos".
Junto con van Avermaet, el dúo ha intentado mantenerse en cabeza en los adoquines, pero 2022 resultó ser una temporada muy dura sin ningún resultado destacado que mostrar. Naesen reflexiona sobre lo que ha cambiado a lo largo del año.
"En el periodo de 2017 a 2019, nadie podía sacarme de la rueda en primavera. Ahora hay dos corredores con Wout y Mathieu que pueden sacar a todo el mundo de la rueda. Si miras las cosas en detalle, tienes dos favoritos en cada clásica, pero no lo ganan todo. Dylan van Baarle es un corredor fantástico, pero no necesariamente mejor que yo", opina.
Ahora, en año de contrato, también tiene sobre sus hombros la presión de rendir: "No tengo experiencia en hablar con otros equipos y sé que es un mundo difícil. Los puestos son caros. De todas formas, puedo quedarme en mi actual equipo: me han dicho que están trabajando en un proyecto de primavera y que hay sitio para mí, pero no sé más", concluye.
Tras un difícil comienzo de temporada, Naesen quiere dejar atrás la enfermedad y utilizará el Tour de Omán como último bloque antes del inicio de las clásicas adoquinadas. Como es habitual, correrá el fin de semana inaugural dentro de dos semanas y, además del calendario completo de adoquines, también disputará la París-Niza y la Milán-San Remo.