Tras haber finalizado en 12.ª posición en la
Amstel Gold Race del año pasado,
Romain Grégoire logró una actuación aún más destacada en 2025, al conseguir un meritorio séptimo puesto en una carrera marcada por un ritmo implacable y un desenlace vibrante.
La victoria fue para Mattias Skjelmose, quien dio la sorpresa al superar a Tadej Pogacar y Remco Evenepoel en un emocionante duelo entre tres corredores. Pero Grégoire, del Groupama-FDJ, mostró determinación y talento para mantenerse en el grupo perseguidor y terminar entre los diez primeros.
En un comunicado de prensa del equipo, Grégoire reflexionó sobre la exigencia de la jornada: "Ha sido una carrera bastante loca. Creo que no esperábamos un ritmo tan alto desde el inicio. Todos íbamos al límite cuando llegamos al tramo final, y todo explotó rápidamente. Me quedé cortado cuando se lanzaron; no podía seguirles. Hice la carrera que tenía que hacer. No me arrepiento de nada".
Aunque el trío de cabeza resultó inalcanzable, el francés se mostró satisfecho con su esfuerzo por mantenerse en la pelea: "Cada uno estaba donde debía estar, y los tres de delante estaban en otra liga. Luché en cada subida para mantenerme con el grupo y aspirar al top 5 en la llegada".
También valoró su rendimiento en el sprint final: "Hice un buen sprint. Podría haberme lanzado un poco antes para tener más espacio, pero después de 250 kilómetros a este ritmo, todo el mundo acaba en su sitio. Podemos estar contentos. Un top 10 a este nivel no está nada mal".