Mikel Landa, de 33 años, ha vuelto a las pistas tras el
Tour de Francia y se prepara para la
Vuelta a España. Los compañeros de AS informan que se da como segura su participación, y el
Bahrain Victorious se entrena actualmente en altitud con un objetivo en mente.
Landa se encuentra actualmente en Tenerife entrenando en altitud, seguramente con la Vuelta en su mente. El escalador vasco ha tenido un gran comienzo de año, quizás el más exitoso de su carrera, en el que subió al podio en la Itzulia y en la Flecha Valona, además de terminar segundo tras Tadej Pogacar en la Vuelta a Andalucía, pero también estuvo entre los mejores y en los puestos de cabeza tanto en la Tirreno-Adriático como en la Volta a Catalunya.
Con un Tour de Francia apto para los escaladores puros y una salida en casa, en el País Vasco, Landa gozaba de muy buena reputación. Mientras que Pello Bilbao ganó una etapa y se colocó sexto en la clasificación general, fuera del fin de semana inaugural Landa fue una sombra de sí mismo. El Criterium du Dauphiné dejó entrever que estaba lejos de su mejor forma, y tampoco la alcanzó en el Tour.
Fue 19º en la Grande Boucle y 17º en la Clásica de San Sebastián, aunque se lanzó al ataque y mostró signos de mejora. Landa, un corredor acostumbrado a los calendarios apretados y que suele tener una gran capacidad de recuperación, podría disputar por cuarta vez en su carrera Grandes Vueltas consecutivas si corre la Vuelta. En 2017 y 2019 fue cuarto y sexto en el Tour, respectivamente, justo después de un Giro de Italia completo, por lo que será muy realista que se esté preparando para luchar por la clasificación general junto a corredores de la talla de Remco Evenepoel, Jonas Vingegaard, Primoz Roglic y Juan Ayuso.