El ex campeón olímpico
Greg Van Avermaet ha sumado un nuevo logro a su extenso palmarés deportivo al proclamarse vencedor del Mundial Ironman 70.3 en su categoría de edad (40 a 44 años). El belga, que puso fin a su carrera profesional en 2023 tras casi dos décadas en el pelotón, continúa cumpliendo con su plan personal de mantenerse competitivo en el deporte tras su retirada, aunque reconoce que esta etapa se acerca a su final.
Van Avermaet, oro olímpico en Río 2016 y ganador de la París-Roubaix en 2017, explicó en declaraciones a Wielerflits que todavía tiene una meta deportiva por delante: participar en los Campeonatos del Mundo de Gravel de 2026, que se celebrarán en Niza.
“Estoy clasificado para el Mundial de Gravel de 2026 en Niza y es muy posible que aproveche esa oportunidad. En cualquier caso, mi objetivo es ir reduciendo gradualmente la parte competitiva y continuar solo de forma recreativa. La edad empieza a alcanzarme”, confesó.
Durante los últimos dos años, el belga se había propuesto mantener un alto nivel de rendimiento, especialmente en el gravel, aunque admite que compatibilizar esa exigencia con su vida actual ha sido cada vez más complicado.
“Especialmente en el gravel. Con mi apretada agenda no es fácil rendir al máximo nivel. Sigo participando en esas carreras, pero en el Mundial el nivel fue altísimo. Intentar ganar es bastante difícil, aunque en las pruebas de la UCI Gravel Series todavía puedo aspirar a un top 10”, explicó.
Un nuevo equilibrio entre el deporte y la vida personal
A pesar de la exigencia, Van Avermaet asegura disfrutar de la variedad que le ofrece su nueva vida deportiva.
“La combinación de diferentes disciplinas es un reto, pero también muy divertida. El deporte siempre ha sido una vía de escape para mí. Siempre he sido bastante atlético y sigo disfrutando de competir. Pero, si soy honesto, lo disfrutaría más si el nivel en esas disciplinas bajara un poco”, bromeó con una sonrisa.
Con su ventana competitiva de dos años ya cumplida, el antiguo líder de BMC y AG2R Citroën empieza a mirar hacia el futuro con calma.
“Esos dos años en los que quería seguir compitiendo ya han terminado. Así que ahora tiene que llegar otra cosa. Es difícil trazar tu vida después de la carrera profesional, pero creo que me las arreglo bastante bien para mantenerme ocupado. Desde luego, no he caído en un agujero negro”, afirmó.
Van Avermaet no descarta volver al ciclismo en algún papel técnico o de asesoramiento, aunque deja claro que no le atrae la idea de pasar tanto tiempo lejos de casa.
“Quizá me gustaría hacer algo en el ciclismo, sí. Me encantaría transmitir mi experiencia, pero también sé lo que no quiero. Estar fuera de casa 200 días al año o sentado en el coche de equipo no es para mí. No es fácil encajar todas las piezas del puzle, todo tiene que llegar en el momento adecuado. Pero sigo el mundo del ciclismo de cerca, y ya veremos qué trae el futuro”, concluyó.
Greg van Avermaet, uno de los mejores ciclistas de su generación