Marc Lamberts, entrenador de Wout van Aert, se marcha a BORA con Primoz Roglic: "Había planeado no llorar, pero he fallado"

Wout van Aert sólo ha tenido un entrenador como ciclista, y ese es Marc Lamberts. A lo largo de sus años junior, sub-23 y élite, además de combinar una exitosa carrera en ciclocross y carretera, el dúo ha trabajado a la perfección, pero no habrá separación.

"El sábado pasado, antes de que se fuera a Italia, visité la casa de Wout. Con la excusa de que quería discutir el plan de entrenamiento para 2024. Eso era cierto, pero tenía otro anuncio", compartió Lamberts con Knack. "Uno que definitivamente quería contar cara a cara. Había planeado no llorar, pero fracasé. Wout dijo que intentó hacerse el duro, pero tampoco fue fácil para él. Lógico, después de todos estos años. Todavía puedo verle viniendo aquí en el verano de 2012, como un niño de coro de diecisiete años, 1,70 metros y 63 kilos, que entonces sólo aspiraba a una carrera en ciclocross".

Durante muchos años, la relación continuó, a través de su temprana carrera en la carretera, fue entonces simultáneamente fichado por el Jumbo-Visma. Cuenta la historia de cómo ayudó al belga a convertirse en un corredor de talla mundial que ha llegado a ser una de las figuras más destacadas de la generación.

"Ya veía que tenía un gran motor, pero no tenía ni idea de que algún día se convertiría en uno de los mejores corredores de carretera. Estará en buenas manos con cualquier entrenador que guíe a Wout. Naturalmente, cada entrenador tiene su propio énfasis, pero todos en Jumbo-Visma siguen la misma filosofía de entrenamiento. Wout no se entrenará de repente de una manera completamente diferente. Eso me tranquiliza".

Lamberts deja Jumbo-Visma en dirección a BORA - hansgrohe. Se unirá así a Primoz Roglic en este movimiento, quizá el más notable de toda la temporada de traspasos. "A lo largo de toda mi carrera, siempre he necesitado un nuevo reto", explica. "He trabajado para las mayores empresas farmacéuticas y cada vez nunca he permanecido en ellas más de cinco años".

"No he trabajado tanto tiempo como en Jumbo-Visma, ocho años, en ninguna otra empresa. He ayudado a escribir la historia del ciclismo, en el desarrollo de un pequeño 'equipo basura' hasta convertirlo en el mejor equipo ciclista del mundo. Para mí, ahora se ha completado el círculo".