Bradley Wiggins y
Chris Froome son dos de los mejores ciclistas británicos de todos los tiempos. Compañeros de equipo en el Team Sky, también llegaron a ser al mismo tiempo dos firmes candidatos al Tour de Francia. El primero lo ganó en 2012, aunque sufrió un ataque de su gregario en un momento en el que estaba sufriendo.
Eso es algo que no gustó para nada al por entonces jefe de filas del equipo: "Llegué a amenazar con abandonar el Tour. Tenía una ventaja de dos minutos como líder y, sinceramente, no me esperaba para nada esa jugada", confesó Wiggins en Wattage Festival. A continuación, Froome pasó a ser el líder y conquistó 4 veces la ronda gala.
Recordó la justificación de su compañero en aquel momento: "Chris me explicó que le preocupaba su posición general, especialmente por los segundos de bonificación al final de la etapa. Temía no poder recortar suficiente tiempo con Vincenzo Nibali en la contrarreloj, así que intentó ganar el máximo margen posible. En ese momento, yo pasé a ser un daño colateral."
A continuación, habló del momento en el que hicieron las paces: "Recuerdo que estaba sentado, bebiendo algo, cuando le llamé. Atravesaba un periodo de depresión, con mucho rechazo hacia mí mismo. Reconciliarme con él formaba parte de un proceso personal. Durante mi carrera fui muy egoísta. No quería actuar de esa manera."
Tony Martin, Bradley Wiggins y Chris Froome en el podio de la contrarreloj de los Juegos Olímpicos de Londres 2012
Por último, reveló una parte de la conversación: "Ambos éramos un obstáculo para las ambiciones del otro, pero hoy me doy cuenta de que ya no soy esa misma persona. Y eso fue un alivio. Hace unos años nos reconciliamos. Le dije: 'Mira... yo fui un imbécil, tú también lo fuiste, y Brailsford, nuestro jefe de equipo, era el mayor imbécil de todos'. Nos abrazamos, nos dimos un beso y desde entonces volvimos a ser amigos."