En las Grandes Vueltas, los 18 equipos WorldTour tienen su presencia asegurada. Los organizadores pueden invitar hasta 4 más para tener un total de 22. Sin embargo, el Giro de Italia y la Vuelta a España están luchando por tener uno más en su lista.
Según Cyclingnews, en los últimos días tanto RCS Sport, organizador del Giro de Italia, como Unipublic, que gestiona la Vuelta a España, han solicitado a la UCI una plaza de wild card adicional para sus respectivas grandes vueltas de 2025. Si se aprueba, aumentará a 23 el número de equipos participantes en cada carrera. La principal motivación de esta petición es dar cabida al creciente número de equipos profesionales que compiten por una plaza en estas Grandes Vueltas. Al obtener una plaza extra, los organizadores pretenden incluir a más equipos merecedores de ella, mejorando así el panorama competitivo de las carreras.
Para los equipos profesionales, recibir un wildcard es un logro importante, ya que les proporciona una plataforma para competir al más alto nivel y atraer más patrocinadores a su equipo. También ofrece a los corredores una experiencia y una exposición inestimables, que pueden ser decisivas para conseguir futuros patrocinios y elevar el perfil del equipo. Para los organizadores de carreras, los wildcards permiten la inclusión de equipos que pueden animar la carrera, atraer a los aficionados locales y defender los intereses nacionales. Basta con recordar la Vuelta del año pasado, cuando el Equipo Kern Pharma ganó 3 carreras como equipo invitado.
Sin embargo, la asignación de wildcards es un proceso complejo en el que influyen diversos factores, como el rendimiento del equipo, la nacionalidad, las consideraciones de patrocinio y los intereses estratégicos de los organizadores. El número limitado de wildcards disponibles hace que el proceso de selección sea muy competitivo, lo que a menudo conduce a decisiones difíciles y, en ocasiones, a la controversia. La norma actual permite a los organizadores invitar a un máximo de cuatro ProTeams, pero dos de estas invitaciones se extienden automáticamente a los ProTeams mejor clasificados de la temporada anterior, de acuerdo con la normativa de la UCI. Este sistema deja a los organizadores con sólo dos wildcards discrecionales, lo que intensifica la competencia entre los ProTeams restantes. Pero, ¿quién será seleccionado en 2025?
La solicitud de un wildcard adicional por parte de los organizadores del Giro y la Vuelta refleja la creciente profundidad y calidad de los equipos profesionales, con un gran número de corredores de alto nivel que han abandonado los equipos WorldTour a lo largo del invierno, como el Tudor Pro Cycling, reforzado por corredores como Julian Alaphilippe y Marc Hirschi, y el Q36.5 Pro Cycling Team, reforzado nada menos que por el doble campeón olímpico Tom Pidcock. Por supuesto, sin los wildcards, corredores como Pidcock y Alaphilippe podrían verse obligados a competir en 2025 fuera de las pruebas más importantes de este deporte.
Sin embargo, la ampliación del wildcard para incluir a un equipo más plantea problemas, sobre todo de seguridad. Un pelotón más numeroso puede provocar una mayor congestión en carreteras estrechas, aumentando el riesgo de accidentes, algo con lo que el ciclismo ya está teniendo grandes problemas. Además, los desafíos logísticos, como el alojamiento, el transporte y el apoyo a la carrera, se vuelven más complejos con equipos adicionales, y la UCI se ha mostrado históricamente cautelosa a la hora de aumentar el tamaño del pelotón debido a estas preocupaciones. En ocasiones anteriores, aunque se han hecho excepciones para permitir wildcards adicionales, el organismo rector ha hecho hincapié en la importancia de mantener un tamaño manejable del pelotón para garantizar la seguridad de los corredores y la integridad de la carrera.
La decisión de conceder un comodín adicional también conlleva enormes implicaciones financieras. Cada equipo adicional incrementa los costes de organización, incluidos los de alojamiento, seguridad y servicios de apoyo, por citar sólo algunos. Los organizadores deben encontrar un equilibrio entre lo que es posible y su deseo de contar con todos los grandes nombres en las grandes carreras.
La petición de los organizadores del Giro de Italia y de la Vuelta a España de un wildcard adicional en 2025 podría mejorar la competición y ofrecer valiosas oportunidades a las escuadras emergentes, pero es importante sopesar estos beneficios con las consideraciones de seguridad y las limitaciones logísticas. La decisión de la UCI tendrá que considerar cuidadosamente todos estos factores para mantener la integridad y la seguridad del deporte.