Para la edición de 2025, el
Tour de Francia decidió hacer un cambio en su recorrido de la última etapa, habitualmente terminada en los Campos Elíseos. El año pasado, ya tuvieron que cambiar de planes debido a los Juegos Olímpicos y decidieron finalizar con una contrarreloj en Niza. Para esta ocasión, no había excusa, pero la organización ha decidido utilizar la subida a Montmartre, que se ascendió precisamente en la prueba olímpica, para añadirla a la ruta de esta última jornada en la ronda gala.
Y hablando de los Juegos Olímpicos de París 2024, el director deportivo del medallista de oro,
Remco Evenepoel, ha hablado en una entrevista para
Het Nieuwsblad sobre ello: "En cierto modo lo entiendo. Llevas tres semanas corriendo duro y ahora añaden un elemento extra a la etapa final. Eso es estrés extra, también para los corredores de la clasificación. Imagínate tener mala suerte en Montmartre, cuando los coches de apoyo están lejos y hay mucha carrera en cabeza. Eso siempre se arregla en los Campos Elíseos. ¿Pero ahora?", comentó Tom Steels, DS del
Soudal Quick-Step.
A pesar de las críticas y los comentarios de los aficionados al ciclismo más clásicos, Steels quiso dejar claro que no estarán pensando en eso cuando empiece esa 21ª etapa: "El ambiente de 'se acabó el Tour' no estará presente el domingo por la mañana".
Esta decisión parece perjudicar a los velocistas más puros y beneficiar a los puncheurs o a esos hombres que saben aprovechar bien la ocasión de saltar del pelotón y sorprender a todo el mundo: "Esa me sigue pareciendo la mayor oportunidad. Pero incluso entonces será algo para sprinters con sustancia. Porque se desgarrará en Montmartre".
Una leyenda del ciclismo como
Johan Museeuw, campeón del mundo y de seis Monumentos repartidos entre el Tour de Flandes y la París-Roubaix, además de haber ganado en los Campos Elíseos, mostró su desaprobación al nuevo recorrido: "Cavendish estará contento de que lo introduzcan ahora. Ha parado justo a tiempo. Porque para su tipo de velocista son malas noticias. Creo que es una pena".
A lo que añadió lo siguiente para concluir su opinión: "Cada organizador quiere hacer su carrera cada vez más difícil. Un verdadero sprint masivo, con todos los mejores velocistas, directo, sin aspavientos, eso es exactamente lo que ya no es posible ni está permitido. Aunque ese sprint masivo también puede ser muy bonito. El Tour rompe con una tradición. Una lástima".