Geraint Thomas siempre es una voz autorizada en el pelotón, y tras haber estado presente en la reciente
Lieja-Bastoña-Lieja, cuenta con información privilegiada sobre las tácticas de INEOS Grenadiers, las bromas de
Tadej Pogacar e incluso el "misterio" que rodea a Jonas Vingegaard.
"No había ninguna posibilidad de que lo vencieran. Le escuché decir después que quienes opinaban que había bajado el nivel tras la Amstel Gold Race no saben nada de ciclismo", comentó recientemente Thomas. "Creo que sí saben de ciclismo, pero no de Pogacar. La velocidad a la que corrió... irreal". Nadie pudo con el campeón del mundo en un buen día, y se llevó La Doyenne igual que lo hizo hace un año.
Desde el inicio de la jornada, Thomas ya percibió el nivel de Pogacar. "Lieja empieza con una subida, ¿sabes? Había pelea por la escapada y rodábamos a más de 400 vatios. Oí un 'Hola G Thomas' y al mirar hacia atrás vi que era Pogacar. Se puso a mi lado y comenzó a hablarme de un nuevo reloj Richard Mille o de algo que iba a ver al día siguiente", relata. "Pensé: estamos a 420 vatios, ¿y quieres conversar ahora? Yo me sentía bien, pero tenía que concentrarme en respirar. Está realmente a otro nivel".
INEOS, como ha hecho en varias ocasiones este año, apostó por una estrategia agresiva, haciendo que sus corredores atacaran en las primeras colinas con Bob Jungels y Tobias Foss. "Esperábamos que se nos uniera más gente. Bob se cruzó conmigo y me preguntó: '¿Qué hacemos, tiramos?' La verdad, no me apetecía nada, pero si se sumaban algunos hombres fuertes, los del UAE tendrían que trabajar más. Pero nadie vino. Y de repente vi a Foss atravesando la grava".
Sin embargo, nadie logró poner en aprietos a Pogacar ni al UAE, ni siquiera con INEOS intentando agitar la carrera con un planteamiento caótico que favoreciera a los outsiders. "No quiero desacreditar a mi compañero, pero le dije por radio que quizá no era la mejor forma de gastar nuestras energías. Simplemente no funcionó. También teníamos que tener presente que el podio era un buen objetivo para nosotros y que esas fuerzas quizá hubieran sido más útiles de cara a La Redoute".
"Si lo viste por televisión, seguramente no pareció tan espectacular. No fue una carrera bonita. ¿Qué pasó? Se formó una escapada y dos de los nuestros fueron tras ella. Los atraparon a todos y luego Pogacar atacó desde el sillín… y eso fue todo".
En su pódcast, Thomas también habló sobre Jonas Vingegaard, ausente desde su caída en la París-Niza a mediados de marzo. El danés pasó cinco semanas sin poder entrenar con normalidad, pero actualmente se encuentra en los Pirineos reconociendo etapas del Tour. No volverá a competir hasta junio, en el Critérium del Dauphiné, siguiendo su preparación habitual para la Grande Boucle.
"Me gusta el misterio que rodea a Jonas Vingegaard, que va a hacer el Dauphiné y el Tour. Tienen su plan y lo mantienen en secreto. Que se especule, nosotros estaremos ahí si hace falta. El ciclismo también necesita eso: un buen Vingegaard", opina Thomas. "¿Por qué tiene que decirle a todo el mundo lo que va a hacer? Primoz Roglic es igual, se lo guardan para ellos. Y me parece bien".