João Almeida fue el primero en alzar la voz cuando tocó hablar de 2026 en la concentración del UAE Team Emirates - XRG. El portugués disputará el
Giro de Italia y la
Vuelta a España, con libertad para liderar en ambas grandes en busca de su primera victoria. Ha detallado su calendario, objetivos, preparación, relación con
Tadej Pogacar y más.
En declaraciones a
Cyclinguptodate y TopCycling tras su rueda de prensa, el portugués profundizó en algunos de los temas abordados en la comparecencia. En 2025 ganó Itzulia Basque Country,
Tour de Romandía y Vuelta a Suiza; antes de abandonar el Tour de Francia por caída y firmar un gran regreso en la Vuelta a España, donde solo cedió ante Jonas Vingegaard.
Para 2026, el objetivo es claro: “Sí, el objetivo es ganar una gran vuelta”, nos dice. “Y también, si hicieras Tour-Vuelta, creo que el objetivo sería menos alcanzable que si hiciera Giro-Vuelta. Y es eso, maximizo mis oportunidades”.
La decisión sorprendió en parte, dado el fuerte vínculo del portugués con Tadej Pogacar y la presunción de que Isaac del Toro volvería como líder en el Giro para buscar revancha y el maillot rosa.
Liderato pleno en el Giro
Pero el bloque emiratí tiene otros planes, y Almeida será líder único. “Sí, creo que voy a ser líder en solitario. No sé si Adam… Creo que Adam [Yates] estará más presente, pero no estoy seguro. Aunque pienso que cuando lleguen las contrarrelojes, yo estaré un poco más presente”. Esto implica que, junto a Jonas Vingegaard —no confirmado, pero con altísima probabilidad de tomar la salida en la Corsa Rosa—, ambos podrían ser los grandes favoritos por segunda gran vuelta consecutiva.
“No es un gran problema. Creo que me puede ayudar mucho. Cuando no hay corredores muy fuertes, la carrera se abre un poco más y mi equipo sufre algo más. También hay que ser realistas. Creo que estaremos entre los más fuertes presentes. Así que la responsabilidad siempre recaerá en nosotros, en mí. Y si está alguien como Jonas Vingegaard y Visma, creo que esa responsabilidad se reparte”, opina. “Y también es bueno para mí. Obviamente, las opciones de ganar disminuyen cuando ellos están ahí fuera. Pero nadie quiere una gran vuelta fácil”.
João Almeida celebra victoria en el Tour de Romandía 2025 con el staff del UAE
El verano aún pesa en la memoria. Tras abandonar el Tour de France por una caída en la etapa 7, Almeida tocó fondo. “Tristeza. Estaba allí con el objetivo de ayudar a Tadej, pero siempre buscas un resultado y estar delante. Después de la caída, sabía que estaría en malas condiciones. Fue una caída muy dura y me quedé un poco desmotivado. Pero, en lo positivo, no hubo lesión grave, nada especial. Son cosas que se recuperan relativamente rápido”.
También sintió que su presencia podría haber marcado diferencia para el esloveno. “Quizá me echaron más de menos en la última semana, hubo momentos ajustados. Pero sabía que estaba en buenas manos y al final mandan las piernas, y él también estuvo bien pese a una lesión de rodilla”.
Quedó atrás una oportunidad perdida, con el podio al alcance tras haber sido cuarto un año antes en el mismo rol. “Por supuesto, también creo que sin estar allí nunca lo sabrás. Puedes especular todo lo que quieras, hay muchas cosas que pueden pasar. Pero siento claramente que tenía la capacidad para estar en el podio”.
Aunque no a su peso ideal de competición, regresó en la Vuelta, donde pronto se confirmó como el rival más cercano de Vingegaard. “Fue mucho mejor de lo que esperaba. También tengo que decir que estaba contento. Siempre he tenido una base muy sólida en el entrenamiento y una buena forma física. Siempre ha sido una condición muy considerable y aceptable”, asegura.
Con esa forma amarró la segunda plaza final, no sin antes disputar con fuerza el maillot rojo al danés y batirle en el Alto de l’Angliru, la subida más dura de la carrera y una de las cumbres míticas del ciclismo.
La señala como su mejor victoria del año, y es mucho decir para un corredor que ganó tres vueltas WorldTour. “Creo que hay que destacar Angliru por lo mítico de la subida y porque fue contra Vingegaard. Pero tuve más victorias de las que me sentí muy orgulloso”.
Exhibición en el Tour de Suiza
Otra llegó en el Tour de Suisse, donde ganó la general tras varios días al ataque para cerrar la brecha abierta en la primera jornada frente a corredores como Kévin Vauquelin y Julian Alaphilippe. En especial, la etapa 4 hacia Piuro, donde arrancó muy lejos en la última subida y remató con una potente victoria en solitario, al más puro estilo Pogacar.
“Sí, fue el típico ‘no hay nada que perder’. Estuvimos mucho tiempo por detrás por la primera etapa. Como siempre digo, no hay nada que perder, y probé, obviamente todo bien calculado. También hay que subrayar que eran escaladores muy fuertes, pero no al nivel de Vingegaard, de Pogacar o de Remco Evenepoel. Son grandes escaladores, pero claro, es más fácil hacer ese tipo de exhibición”, argumenta.
Al entrar en 2026, sobran motivos para que el corredor de 27 años esté motivado y ambicioso. “Creo que ya he logrado muchas victorias y carreras. Ya no se trata tanto de superarlo. Aunque fueron solo 10 triunfos, en general fueron victorias muy importantes. Creo que tiene otra dimensión”.
Tras un año excelente, las carreras de tres semanas son el siguiente paso. “Acaba siendo el objetivo intentar ganar una Gran Vuelta. Y también algunas vueltas de una semana que aún no he ganado. Y ya está. Mi objetivo es siempre seguir evolucionando y haciéndome más fuerte. Y mi foco está en mi evolución, no tanto en los resultados”.
En su calendario figuran la Volta a Comunitat Valenciana, la Figueira Champions Classic, la Volta ao Algarve, París-Niza y la Volta a Catalunya para un inicio de primavera muy cargado. Todo antes de su preparación específica y su arranque en el Giro d’Italia.
“Sí, quería ganar más vueltas de una semana. Creo que ganar el Algarve sería muy interesante, porque es mi carrera de casa. He estado allí varias veces, es una prueba excelente. Siempre hay corredores que llegan en muy buena forma al inicio de temporada. Y, bueno, volver a París-Niza, que también es una carrera que me gusta, aunque a veces el recorrido no me favorece mucho”.
“Y Catalunya, también. Me gustaría ganar una Catalunya alguna vez. He acabado en el podio dos o tres veces, creo. No sé si tantas (risas, n.d.r.). Me gustaría ganarla. Es casi como correr en casa, vivo tan cerca en Andorra. Tengo esa sensación de ir a la carrera en coche, volver de la carrera, y entrenar tanto allí, en una zona que ya siento muy familiar. Es una gran prueba y también me gustaría ganarla”.
Tadej Pogacar pierde a su hombre de confianza
Almeida llega con buenas sensaciones a la nueva temporada y tendrá casi plena libertad para perseguir sus propias ambiciones. Por ahora, en su programa no aparece ninguna carrera en la que vaya a coincidir con Tadej Pogacar.
Aunque son muy cercanos, esto podría afectar a la química, pero no parece ser el caso entre los dos escaladores. “Esto ha pasado hace poco, así que aún no hubo reacción, pero creo que él se alegró por ello”, concluyó.