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París-Roubaix es cada año una de las carreras más espectaculares del ciclismo profesional, además de una de las más populares y difíciles. Se ha ganado un estatus mítico gracias a sus numerosos sectores adoquinados, y, sin ir más lejos, la edición de 2024 ha resultado ser una carrera histórica gracias a la legendaria actuación de
Mathieu van der Poel. Sin embargo, el Infierno del Norte también tiene su lado oscuro.
Algunos aficionados han llegado a robar adoquines después de la carrera. Así lo han revelado Les Amis de Paris-Roubaix, la asociación que cada año realiza el mantenimiento de los sectores adoquinados por los que discurren las carreras. Encargados de limpiar y arreglar los problemas de los sectores antes de la carrera, pero también de asegurarse de que las carreteras están en buen estado tras las pruebas del fin de semana. Lo que encontraron no fueron precisamente las condiciones ideales.
El Carrefour de l'Arbre es el último sector de cinco estrellas de la carrera y es el lugar donde en 2023 Wout van Aert pinchó, lo que permitió a Mathieu van der Poel conseguir la victoria en solitario. Este año, el Campeón del Mundo lo recorrió en solitario con una cómoda ventaja. Miles de aficionados se alinearon en esa misma carretera para ver a los exhaustos corredores afrontar el sector, pero en la escena quedó mucha basura.
Sin embargo, en una situación inusual, la asociación compartió una foto de un gran agujero en el sector, que se debe a que alguien ha robado adoquines. Si bien es algo que no es demasiado difícil de resolver, ha recogido críticas en todas las redes sociales con razón.