La edición más reciente de la
Itzulia quedó grabada por las lesiones de Jonas Vingegaard, Primoz Roglic y Remco Evenepoel. Precisamente el gregario de lujo del belga en el Soudal Quick-Step,
Mikel Landa, también se cayó y ahora todo lo enfoca a llegar en condiciones al próximo
Tour de Francia.
El accidente que llevó a Landa al hospital con una fractura de clavícula y dos costillas rotas ha cambiado su calendario y enfoque competitivo. Sin embargo, según el diario
Marca, los médicos han determinado que no es necesaria una cirugía para su clavícula, lo que significa que su recuperación seguirá un curso más conservador. Esto permite al alavés concentrarse en volver a su mejor forma física sin la carga adicional de un procedimiento quirúrgico.
Aunque se ha visto obligado a retirarse de las próximas carreras, incluida la
Lieja-Bastoña-Lieja, Landa está enfocado en un objetivo a largo plazo: el Tour de Francia. Con un plazo de recuperación de tres a cuatro semanas, el ciclista vasco tiene la intención de aprovechar al máximo este tiempo para rehabilitarse y volver a entrenar para la gran cita del ciclismo mundial.
El Tour de Francia es una de las carreras más prestigiosas y desafiantes del calendario ciclista, y Landa está decidido a estar en plena forma para competir al más alto nivel. Su equipo médico y de apoyo están coordinando cuidadosamente su recuperación y plan de entrenamiento para garantizar que esté listo para enfrentar los rigores de la carrera.
Además de su preparación física, Landa también está evaluando estratégicamente su calendario de carreras previas al Tour. Si bien su participación en el Tour de Romandía está en duda, tiene la intención de estar presente en el Criterium du Dauphiné como parte de su preparación para la gran carrera en julio.