La París-Roubaix 2025 llega este domingo como el punto álgido en la rivalidad entre Tadej Pogacar y Mathieu van der Poel. El esloveno debuta en el Infierno del Norte tras ganar el Tour de Flandes, pero habiendo sido derrotado por el neerlandés en la Milán-San Remo.
Todos los ojos estarán puestos en Pogacar. Solo dos corredores en la historia han ganado la emblemática carrera en su debut, pero cuando se trata del líder esloveno del UAE Team Emirates XRG, ningún récord está a salvo.
Aunque para Bram Welten la victoria en la versión júnior de la París-Roubaix en 2015 puede haber sido el punto álgido de su carrera, en aquel momento había un corredor que terminó en 30ª posición y que diez años más tarde sería considerado el máximo favorito para ganar la versión élite: el propio Tadej Pogacar. Sin embargo, en aquel momento, el nombre ni siquiera había llamado la atención de Welten.
"Puede que entonces fuera un poco más maduro", se ríe al recordar sus años de juvenil en una entrevista con WielerFlits. Pogacar tampoco podía usar tanto su fuerza entonces. "Sólo se podía correr con una marcha 52/14 como máximo. Eso hacía que el ritmo fuera mucho más lento, sobre todo en los adoquines".
Un año después, Pogacar ya había ascendido en la clasificación. Llegó 13º en un grupo que esprintó por el séptimo puesto medio minuto después del ganador Jarno Mobach. "Le conocía, pero entonces no destacaba en absoluto. Estaba un poco a mi nivel, aunque ese año yo corrí incluso mejor", dice el ahora retirado Mobach.
En aquel momento, la atención estaba puesta en el compatriota de Pogacar, Jaka Primozic, uno de los mejores juniors de 2016. "Tenía un compañero esloveno, Jaka Primozic, que era mucho más regular. Realmente, para Pogacar no empezó hasta el segundo año de sub23. Desde el momento en que ganó el Tour del Porvenir en 2018, las cosas de repente fueron muy rápido para él".