Con corredores como Tadej Pogacar y Jonas Vingegaard estableciendo récords de escalada en prácticamente todas las subidas del
Tour de Francia 2025, muchos se preguntan cómo es posible que las estrellas del ciclismo moderno estén superando los tiempos registrados durante la era del dopaje, manteniéndose, en teoría, completamente limpios. Ante esta situación, el director del EF Education-EasyPost,
Jonathan Vaughters, ha ofrecido una teoría que ha generado debate.
Según el veterano estadounidense, el principal problema que afecta al ciclismo actual no es el dopaje, sino la influencia del drafting provocado por las motos de televisión. Esta cuestión ya había generado controversia durante el presente Tour de Francia, especialmente tras la victoria de Tim Wellens en la 15.ª etapa, cuando Quinn Simmons acusó públicamente al belga de haber recibido ayuda de las motos.
“El más fuerte y el mejor momento con la moto. ¿No viste la cobertura?”, comentó Simmons a ITV Sport al finalizar aquella etapa. “Ya hemos visto esto varias veces en el Tour, ya sabes cómo funciona. Algunos días te beneficias tú, otros días le toca a otro”.
Ahora, parece que Simmons no está solo en sus críticas. Jonathan Vaughters ha salido a respaldarlo, apuntando directamente al papel de las motos en el desarrollo de las carreras. “He estado leyendo todas las críticas dirigidas a Quinn Simmons. Aunque no vi exactamente lo que ocurrió con Wellens, y reconozco que es una bestia, diré esto: el principal problema de manipulación que nadie quiere abordar son las motos”, escribió Vaughters en su cuenta oficial de X. “Drafting, colgarse, etc. Los conductores de motos tienen preferencias y sesgos, como cualquier persona”.
Vaughters señala que, mientras el foco sigue puesto en el dopaje, los motores ocultos o incluso teorías sobre imanes en las bicicletas, hay un factor mucho más influyente y cotidiano que, en su opinión, altera los resultados con frecuencia: la presencia de las motos en carrera. Según él, estas no solo generan una ventaja aerodinámica al ofrecer un rebufo, sino que también, de forma consciente o inconsciente, pueden favorecer a unos corredores por encima de otros.
“Mientras todos los medios de comunicación y los organismos reguladores siguen obsesionados con motores, imanes y dopaje... quienes realmente están inmersos en este deporte y trabajan sobre el terreno sabemos cuál es el verdadero problema: las motos”, concluyó Vaughters. “Son ellas las que cambian los resultados de las carreras con una regularidad preocupante”.
Este tipo de declaraciones reabre un debate que lleva años latente en el ciclismo profesional: ¿hasta qué punto influye el entorno técnico y mediático en el desarrollo real de las etapas? Y, sobre todo, ¿qué medidas deberían tomarse para garantizar la equidad en una competición donde los márgenes entre victoria y derrota son cada vez más estrechos?