ANÁLISIS: España, la selección que más puede poner en apuros a Pogacar, Evenepoel y van der Poel en el Mundial

Este domingo se disputa la prueba en línea masculina élite del Mundial de Zúrich 2024, probablemente la carrera más esperada, especialmente por la dificultad del recorrido y los tres principales nombres que estarán presentes en la salida. Tadej Pogacar, Remco Evenepoel y Mathieu van der Poel tienen una cita con la historia. Cada uno de ellos puede hacer algo que se ha visto pocas veces o ninguna en el ciclismo. Sin embargo, tendrán que tener cuidado con el resto de ciclistas porque no estarán solos. Especialmente España, con Enric Mas, Mikel Landa, Juan Ayuso, Carlos Rodríguez y Pello Bilbao tiene una armada espectacular para plantearles problemas.

La carrera empezará en Winterthur, donde la escalada comienza casi de inmediato, con una subida empinada de 1,3 km al 10% de pendiente a falta de 230 kilómetros. A partir de ahí, los corredores se abrirán paso a través de un paisaje montañoso antes de entrar en un exigente circuito final en Zúrich. Con un recorrido tan exigente, los equipos fuertes serán cruciales para que los corredores puedan controlar la carrera, gestionar las escapadas y reservar a sus líderes para los momentos decisivos.

El equipo del que todo el mundo habla es Eslovenia. Los corredores eslovenos dominaron la temporada de las Grandes Vueltas en 2024, y traen a Zúrich un equipo de estrellas, liderado por dos de los grandes nombres de este deporte: Tadej Pogacar y Primoz Roglic. Pogacar, que acaba de ganar el Giro de Italia y el Tour de Francia, y Roglič, que acaba de conseguir su cuarto título en la Vuelta a España, se han combinado para ganar las tres Grandes Vueltas de este año. Pero a ambos les falta una cosa: el maillot arcoíris.

Este recorrido se adapta a ambos a la perfección. Pogacar destaca en las carreras montañosas de un día y ya ha demostrado su valía en pruebas largas y duras como Lieja e Il Lombardia. Mientras tanto, la experiencia y la forma de Roglic, como demuestra su victoria en la Vuelta, le convierten en un rival formidable. Ambos han compartido responsabilidades de liderazgo en el pasado, pero el Mundial es una prueba de un día, lo que podría complicar las cosas. ¿Puede Eslovenia permitirse el lujo de apostar por ambos corredores o se verá obligada a apoyar a uno solo a medida que avance la carrera? Es más que probable que Pogacar sea su único líder, pero Roglic ha demostrado una y otra vez que no se le puede descartar.

Si bien Eslovenia cuenta con un equipo temible, no es la única selección con corredores capaces de competir por el oro.

Bélgica es uno de los equipos más temibles de los Campeonatos del Mundo, y en 2024 no será diferente. Su líder, Remco Evenepoel, llega a la carrera con una confianza suprema. Después de haber ganado el Mundial de 2022 y la carrera olímpica en ruta de 2024, Evenepoel es un corredor de élite en carreras de un día y tiene todas las herramientas necesarias para recuperar el maillot arcoíris.

Sin embargo, la gran noticia para Bélgica es la ausencia de Woutvan Aert. Van Aert se vio obligado a abandonar la Vuelta a España tras una caída, perdiendo su oportunidad de correr en el Mundial. Su ausencia será muy sentida, sobre todo porque estaba en un estado de forma espectacular, ganando tres etapas y liderando tanto la clasificación por puntos como la de la montaña en la Vuelta.

Aun así, a Bélgica no le falta potencia de fuego. Evenepoel contará con el apoyo de un equipo increíblemente fuerte, que incluye a corredores experimentados como Victor Campenaerts, que ha demostrado ser un poderoso especialista en escapadas. Tiesj Benoot, otro valioso compañero de equipo, ofrece fuerza en la montaña y en terrenos difíciles, mientras que Laurens De Plus y Quinten Hermans aportan más profundidad a la capacidad escaladora de Bélgica. Maxim van Gils, del Lotto Dstny, y Tim Wellens, del UAE Team Emirates, completan el equipo, con Wellens como opción versátil para el recorrido montañoso.

Incluso sin Van Aert, Bélgica tiene la capacidad de controlar la carrera y preparar a Evenepoel para la gloria. Este equipo será clave para controlar los ataques de otras naciones y, con la táctica adecuada, Evenepoel podría añadir otro título mundial a su ya impresionante palmarés.

Mathieu van der Poel es el vigente campeón del mundo, pero defender su título no será tarea fácil en Zúrich. Aunque van der Poel ha sido uno de los corredores más dominantes en las clásicas, ganando el Tour de Flandes y la París-Roubaix a principios de esta temporada, este recorrido presenta otro tipo de desafío. La gran cantidad de ascensiones podría jugar en su contra, especialmente si equipos como Eslovenia o España imponen un ritmo brutal en las montañas.

Holanda ha traído un equipo capaz de apoyar a su líder, pero se enfrentará a un delicado acto de equilibrio. Van der Poel necesitará que sus compañeros, entre los que se encuentran Oscar Riesebeek, Wilco Kelderman y Sam Oomen, le ayuden a superar las subidas más duras. Bauke Mollema, otro miembro clave del equipo, es un corredor con experiencia en Grandes Vueltas que podría proporcionar una valiosa ayuda. Sin embargo, van der Poel puede encontrarse en desventaja en este recorrido montañoso, especialmente si los rivales atacan en los tramos más empinados, donde su explosividad puede no ser suficiente.

Si van der Poel puede mantenerse en liza en las subidas, sus posibilidades aumentarán significativamente, ya que pocos corredores pueden igualarle en un descenso rápido y técnico o en un sprint de un grupo reducido. No hay que subestimar la versatilidad y la determinación del neerlandés, pero su equipo tendrá que hacer una carrera casi perfecta para mantenerlo en la lucha por la victoria.

El equipo español está hecho para un recorrido como éste. Con varios escaladores fuertes en sus filas, España tratará de jugar un juego agresivo, sobre todo porque no tiene un favorito destacado, sino muchas opciones. El líder será Enric Mas, que acaba de terminar tercero en la Vuelta a España. Mas se encuentra en un gran momento de forma y ha demostrado ser capaz de competir con los mejores una y otra vez.

Mikel Landa, Pello Bilbao y Carlos Rodríguez son otros tres corredores que destacan en la montaña. Bilbao acaba de terminar segundo por detrás de Pogacarat en el GP de Montreal, lo que pone de manifiesto su excelente estado de forma. Landa y Rodríguez fueron dos figuras destacadas en la Vuelta, con Rodríguez consolidando su estatus como uno de los mejores corredores jóvenes de España.

El resto del equipo español ofrece profundidad y versatilidad, con Pablo Castrillo, ganador de dos etapas en la Vuelta, y Alex Aranburu, especialista en clásicas, completando la alineación. Las habilidades de Aranburu en terreno ondulado le convierten en una figura clave si la carrera se vuelve más táctica en las últimas etapas.

Si España es capaz de aprovechar sus efectivos y lanzar ataques en las subidas clave, tendrá posibilidades reales de controlar la carrera, aunque deberá coordinarse bien para garantizar la protección de sus líderes.

Si se observan los equipos sobre el papel, queda claro que varios países acudirán al Mundial con un equipo formidable. Eslovenia cuenta con el impresionante dúo formado por Pogacar y Roglic, un dúo temible en un recorrido como éste. Bélgica, con Evenepoel, tiene la potencia necesaria para plantar cara, mientras que Holanda apostará por la versatilidad de van der Poel. España, con sus numerosos escaladores, podría sembrar el caos en las subidas empinadas si ataca en los momentos oportunos.

En última instancia, la carrera no sólo dependerá del talento individual, sino también de las tácticas de equipo. Eslovenia es el equipo más equilibrado, con dos líderes y un fuerte apoyo, pero tendrá que evitar conflictos internos sobre quién lidera el equipo. La fuerza de Bélgica residirá en su capacidad para controlar el pelotón y gestionar las escapadas de Evenepoel, mientras que el agresivo planteamiento escalador de España podría convertirla en un comodín.

¿Quién saldrá victorioso? Tendremos que esperar al domingo para saberlo, pero una cosa es segura: el Mundial de 2024 se perfila como una batalla por los siglos de los siglos.