Si te has perdido la prueba de Hulst de la
Copa del Mundo de Ciclocross, siento decirte que ha sido una de las jornadas más polémicas y llamativas de la temporada sin ningún tipo de duda. Desde un escupitajo de
Mathieu van der Poel a unos aficionados hasta un cabezazo de
Tom Pidcock a un rival.
Un encuentro entre los llamados "3 grandes" del ciclocross, Mathieu van der Poel,
Wout van Aert y Tom Pidcock, es siempre un espectáculo. Sin embargo, ninguna de las tres superestrellas tuvo el mejor de los días el sábado por la tarde.
En primer lugar, Pidcock sufrió una caída en los primeros cientos de metros, que rompió su bici y le apartó de la lucha por la victoria. Esto enfadó al corredor de INEOS Grenadiers, al que se le vio más tarde propinando cabezazos a un rival durante la carrera. Poco después, las esperanzas de victoria de Wout van Aert también se vinieron abajo.
Sin embargo, ni siquiera el campeón del mundo se libró de la polémica, ya que en la última vuelta van der Poel se acercó a unos aficionados que habían estado abucheándole durante todo el día (y que supuestamente le habían lanzado orina, aunque en el momento de redactar este artículo no había pruebas de ello), escupiendo a la multitud y provocando el frenesí en las redes sociales.